Este jueves, relato: Grandes textos
«Aún entre los demonios hay unos peores que otros, y entre muchos malos hombres suele haber alguno bueno» (Mix cervantino y shakesperiano) En un lugar del Véneto, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho que vivía un joven, tonto y afortunado del que de cierto, poco se sabía, ensimismado y soñador, por lo que los más de los ratos se daba a leer relatos de amor, alejándose en esta suerte de toda acción, refriegas, juegos y curiosidades sobre el comportamiento habitual de hombres y bestias. Es pues de saber, que de esta forma Romeo de Quijano, que así se llamaba, modeló en su mente el sueño que la prosa almacenada en su cabeza había dibujado en forma de hermosa dama. El joven sembró su casa con perlas impresas de lomo acartonado que hablaban de enamoramientos, desengaños, dichas y desdichas, requiebros e incluso cartas donde la razón de la sinrazón se empequeñecía ante la visión de su diosa de humo. Así, dejado en sus pensamientos se le veía mañana tras mañana, a v...