Este jueves, relato: La ventana indiscreta
En el
apartamento, la noche estrenada quedaba borrosa entre cortinas estampadas. A
oscuras, jugué a levantarme y mirar a través de mi cámara. Me acerqué a la
ventana y calculé el tiempo que faltaba para que, de nuevo, «aquello» se
repitiese como cada noche. Solo unos segundos y ella me acompañaría en una ficción con el
recelo del que sabe que el tiempo es limitado y que en el principio comienza la
cuenta atrás. Imaginé en ese momento una escena de cine y encendí un cigarrillo.
La primera calada se fundió en los cristales. El humo, sin avisar, dibujó mis ansias
en la superficie transparente entre el visillo de tergal y la tupida cortina de cretona.
Me vi perdido
ante el cristal, mirando hacia no sé dónde. Era una dispersión que ya conocía
de antes, sabía exactamente de qué se trataba. Extendí el brazo y acaricié la tela
que, ondulada, me protegía del exterior. Note la suavidad de su fondo y el
cuerpo de sus relieves, flores, lazadas, volutas sin fin que recorrían el
tejido de un lado a otro. Curvas lascivas. Rosetones que se alojaban en la
palma de la mano. Tallos. Hojas. Pespuntes que anticipaban un hilván terminado.
Separada la
cretona, sentí en mi mano la suavidad del visillo que me recibió con una ligera
sacudida de electricidad estática. Blanco, sedoso, uniforme, frío, traslúcido,
dejaba adivinar aquella colmena de vida que era la fachada de enfrente: El
viudo con delantal en la cocina. Los niños recogiendo los cuadernos una vez hechos
los deberes. La joven recién enamorada besando, una y otra vez, la pantalla de
su iPhone. El matrimonio que, aburrido, compartía un infumable programa de
televisión. El otro matrimonio que, divertido, compartía el mismo infumable
programa de televisión. El joven estudiante que se enfrentaba a la segunda taza
de café de la noche.
En todas las ventanas se escenificaba la vida, menos en la
que yo esperaba, deseaba, moría, penaba y que, inexplicablemente, esa noche
permanecía en sospechosa oscuridad.
Más ventanas indiscretas aquí.
Más ventanas indiscretas aquí.
Un relato con lujo de detalles sensoriales que pone al lector inmediatamente en ese ambiente entristecido, detrás de ese virtual punto de observación hacia un mundo exterior ajeno e idealizado. Un abrazo!
ResponderEliminarDetalle tras detalle, nos situas en el centro de la escena,nos muestras otras vidas, nos haces sentir la ansiedad por ver esa luz que no se enciende...Menos es más y aquí lo dejas patente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todo un lujode detalles que hacen al lector partícipe de toda esa vida espiada.
ResponderEliminar¡Hola! Qué gran relato y que ansias transmite por ver esa luz encenderse que no llega y lo deja en suspenso. Me encantó.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Leyéndote parece que siente esa en mi mirada la suavidad del visillo entre tus letras.
ResponderEliminarBesos.
Ys estoy lista!!!
ResponderEliminarhttps://censurasigloxxi.blogspot.com.es/2017/03/este-jueves-la-ventana-indiscreta.html#comment-form
MUAC a las niñas
Me has hecho sentir el tacto de la cortina, y sentir la angustia de la espera a quea luz se encienda. Muy bueno por todo lo que transmite, besos.
ResponderEliminarqué detallado misterio.
ResponderEliminarqué detallista tensión.
hay como una sensualidad.
me ha encantado, Alfredo!
Nos trasmites una gran variedad de sensaciones con tu descripción, con tal detalle que parece que estuviéramos allí mismo, tocando los visillos y observando por la ventana...El final me parece muy inquietante y me hace pensar mal...
ResponderEliminarSiento no haber podido escribir ningún relato, así que me pasaré a leer lo que habéis escrito los demás.
Un beso
Nos dejaste con la expectativa de algo que tal vez no suceda.
ResponderEliminarBien contado.
Nos dejaste con la expectativa de algo que tal vez no suceda.
ResponderEliminarBien contado.
Un paseo a través de la vida de otros ajenos a la mirada del observador. Lo hemos visto indiscretamente desde tus letras.
ResponderEliminarBesos!!
Perfectamente descrita la escena. Me quedo esperando que aparezca.
ResponderEliminarUn beso.
Me gusta el juego de tu protagonista de mirar por la camara, pone distancia, foco, alargando la mano y tocando los materiales amplificados o distorsionados se sienten como por vez primera. Magníficamente creado el clima, se saborean los detalles, y el final, bueno...a veces no hay suerte
ResponderEliminarAbrazo y beso grande anfitrión!
Ver la vida de otros a través de una cámara quizás no sea la mejor opción pero si algo que al que lo hace le estimula , es como ver películas y ser él mismo quien corta la escena con solo apagar la cámara .
ResponderEliminarUn relato interesante .
Feliz domingo.
A través de la descripción del roce de sus dedos en la tela, deja ver lo que su mente desea que aparezca en medio de ese escenario de ventanas abiertas a sus ojos...todo esto mientras espera....
ResponderEliminarContigo he llegado al final de las historias contadas a través de las ventanas....no me ha sido fácil leerlos a todos, pero me ha dado gusto cada uno de los relatos...felicitaciones por tu directriz de este jueves...las mentes han estado muy inspiradas....besossss....feliz comienzo de semana
Oh, Alfredo! cuánto erotismo.....con nada. "...flores, lazadas, volutas sin fin que recorrían el tejido de un lado a otro. Curvas lascivas. Rosetones que se alojaban en la palma de la mano. Tallos. Hojas. Pespuntes que anticipaban un hilván terminado."!
ResponderEliminarme ha erizado la yema de los dedos!
pequeña nota aclaratoria: gracias por tu comentario a mi último post...gracias!
ResponderEliminarpero la respuesta a tu convite, es el anterior, con la imágen de la Gioconda.
Te espero por ahi, si se te antoja.Ojalá que sí.