Este jueves, relato: Párrafos incluidos.
"Muchos años después, frente
al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar
aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo"
Pensó, que este era otro tipo de
hielo, el que paraliza los sentidos, detiene el tiempo y eterniza las dudas
-¿Por qué yo, y por qué ahora? Se preguntaba
el coronel. Tantos riesgos pasados,
tantas batallas peleadas, tantos flirteos con la muerte salvados. Hubiera preferido mil
veces morir de manos del enemigo conocido, que de la mezquina mano de este amigo
desconocido-
Pero ya era tarde. Sus
recuerdos y su mirada se perdieron entre los pedregales que delimitaban el
paredón y la borrosa fila que formaban sus ejecutores. Sintió en su cuerpo el
frío de la piedra y en su corazón la ausencia de su amada.
Aquel hielo de
entonces le heló el alma de ahora, y sin pretenderlo, su espíritu se despidió con
un hilo de voz dirigido a aquella gélida pared de mampostería:
"¿Existe ese Aleph en lo
íntimo de una piedra? ¿Lo he visto cuando vi todas las cosas y lo he olvidado?
Nuestra mente es porosa para el olvido; yo mismo estoy falseando y perdiendo,
bajo la trágica erosión de los años, los rasgos de Beatriz"
Evidente mi principio y final: García Márquez: "Cien Años..." y Borges: "El Aleph"
Has hecho dos homenajes a dos autores que de poderte leer se sentirían muy orgullosos.
ResponderEliminarBuenísimo Alfredo!...me encantó!
ResponderEliminarA medida que voy leyendo los relatos que cada quien fue armando me voy dando cuenta que, lejos de limitar las posibilidades, el ejercicio de intercalar párrafos ya elaborados ha dado rienda suelta a la imaginación de todos los participantes y por ende, al ejercicio creativo.
Muchísimas gracias por sumarte!
=)
Seguir o complementar la narrativa de Marques, és de una audacia, que solo pueden permitirse unos pocos.
ResponderEliminarVeo que tu estás entre uno de ellos, Enhorabuena!
Saludos calurosos del estio.
Te ha quedado muy bien esos dos enlaces. Al final de nuestra vida todo lo pasado queda borroso, como a tu protagonista.
ResponderEliminarUn abrazo
Un relato con dos párrafos muy bien logrados. Cuando llega el fin de nuestros días, pasado y presente se difumina para siempre.
ResponderEliminarSaludos
Muy bueno Alfredo! Un relato que a partir de un párrafo toma vida y emociones propias en tus letras y luego cierra perfectamente en las letras del siguiente párrafo.
ResponderEliminarMe gustó mucho! Un abrazo.
Interesante, porque el coronel Aureliano Buendía sufrió la perdida de su muy, muy, joven esposa. Y así que podría sentir el dolor que siente el Borges de ficción por Beatriz. Y además, siendo hijo de un aficionado a la alquimia, tal vez conocía el concepto de Aleph. Además de intentar escribir poesias.
ResponderEliminarQue tinte tan trágico y dramático, llega y deja poso tu texto Alfredo. Este tiempo no perdona.
ResponderEliminarBesos.
No sé que decirte Alfredo, me encanta se queda pobre de contenido.
ResponderEliminarUn beso
Te has atrevido con dos párrafos impresionantes y has aprobado con nota¡
ResponderEliminar"Pensó, que este era otro tipo de hielo, el que paraliza los sentidos, detiene el tiempo y eterniza las dudas"
ResponderEliminarElegiste una excelente forma de continuar con el relato.
Lo que lamentable no se puede elegir es la forma de morir...
Con suerte, algunas veces podemos determinar pequeños tramos de nuestra vida.
Reflexivo, inteligente, profundo. Vos y tu relato.
besos
Pues sí, coincidimos en la selección de los párrafos y efectivamente tu relato es más introspectivo. Me ha gustado el resultado.
ResponderEliminarAbrazos.