Este jueves, relato: OVNI

Yo nací en un OVNI, -no fue idea mía-. La abducción de mi madre ya en el octavo mes de gestación y un largo viaje interplanetario me hicieron aparecer una mañana flotando en el ingrávido espacio de la cabina 7722. Un cordón umbilical de polímeros de topacio lunar sustituyó al original en el tiempo que iniciaba mis primeros años cautivo y de los que nada recuerdo. 
De ese pasado desconocido, no puedo renegar, salvo que en él fuera intencionadamente perverso. 
Hoy, adulto -creo yo- y una vez vomitado a la tierra, me debato entre la confusión y el terror de una vida de la que espero no tener nada que ver, pero con la que tengo que cargar sí o sí.
Me dijeron que no había retorno, que no había otra vez. No existe la segunda vida, salvo ésta que alojada en una inmensa cabina huele a podrido por todos sus costados. De momento es la única y no valen los conocimientos almacenados de la primera.
No sé qué hago aquí, me dejaron sin libro de instrucciones y en la encrucijada debe estar la solución, pero sólo al final del camino sabré si he estado a la altura de lo que se espera de mí.

Sueño con un nuevo encuentro en la tercera fase que me devuelva a mi placentera 7722.

Comentarios

  1. Todo un texto existencial el tuyo, que comienza siendo pura ciencia ficción, pero tiene su lado bien profundo.
    =)

    ResponderEliminar
  2. Desterrado a un mundo que es el propio, pero considera ajeno. Es posible que sea una sensación conocida por los escritores de ciencia ficción.

    ResponderEliminar
  3. Un post que hace pensar. Me ha encantado. Has buscado una historia que es como una fábula, entretiene y enseña. saludos

    ResponderEliminar
  4. Que ternura, que sensación de desarraigo se percibe en este ser sin raíces...Me encantó.
    Un beso

    ResponderEliminar
  5. Hay una gran profundidad en tu relato.A nadie se le ha pedido opinión para vivir en esta vida, por lo tanto no nos queda más remedio que tirar con lo que nos toque. Sin embargo, tu protagonista parece que si conoce otra cosa y la añora....qué tristeza tan grande!
    Gracias por participar.
    Un beso

    ResponderEliminar
  6. Me ha encantado tu relato, Alfredo! Muy imaginativo, el ambiente y la trama. =)
    Un beso

    ResponderEliminar
  7. Ingenioso relato. Jeje, a todos nos gustaría volver a la 7722, pero es lo que hay: Coger el capote y al toro sin saber torear.

    Un abrazo Alfredo

    ResponderEliminar
  8. Es la vida misma...como bien dices sin libro de instrucciones y en una constante encrucijada...¿son así también los extraterrestres? Daría para mucho contar tu relato.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario