...Sábados de Mercedes
..Paseo por esta Isla, solo, viviendo y disfrutando una soledad elegida, me acompañan algunos libros y en esencia sus autores, releo entre otros un cuento que Mario Benedetti escribió en el 59, “Montevideanos” una mirada crítica en clave de humor sobre sus gentes, sus gestos sociales y urbanos que me trasladan a aquel primer viaje a la capital uruguaya, cuyos recuerdos paso a relatar: Aquella mañana me perdí queriendo, por esas calles en las que se respira el salitre que despide la proximidad del Mar. Caminando entre fachadas agrietadas y descubriendo a cada esquina o en cada cruce la vista desnuda del Río de la Plata, ese mar dulce que bordea la ciudad. Paseé por la Ciudad Vieja, hasta el Café Brasilero, acogedor y antiguo de más de un siglo, leí que en una de sus mesas, observando ausente musas invisibles, estaba Eduardo Galeano con un zumo de naranja casi consumido, imaginé que le acompañaba en sus paseos callejeando hacia el puerto, entrar con él en el Mercado, que es un referente