Esta plaza ubicada en el barrio de Gracia de Barcelona es un lugar nostálgico en el que a uno le gustaría que todas sus ilusiones se cumplieran. Tal vez, para compensar los desdichados avatares de sus dos entrañables protagonistas, el Quimet y la Colometa.
Las sirenas cuando son anunciadoras del dolor, estremecen con su sonido. Cuando este dolor es colectivo casi siempre está detrás la acción criminal o negligente del ser ser humano. Tu entrada es un toque directo al corazón. Un abrazo.
Impactante asociación. Las sirenas casi siempre significan tragedia y esta fue enorme.
ResponderEliminarbesos
Sirenas que ponen el vello de punta.
ResponderEliminarUn enfoque que nos retrotrae a la triste realidad.
ResponderEliminarCariños…
Ojalá no sonarán nunca más, al menos no para anunciar estos desastres!
ResponderEliminarUn abrazo!
Una tragedia fatal. Si en el mundo esta clase de sirenas nunca cantaran.
ResponderEliminarSaludos
Una tragedia que será muy difícil de olvidar. Mejor que nunca sonaran esas sirenas.
ResponderEliminarUn abrazo
Y aun resuenan en mi cabeza. un abrazo
ResponderEliminarImpactante por lo real
ResponderEliminarAbrazos
Esa sirenas que rompen el silencio y que rompen en mil pedazos las vidas de quienes fueron afectados.
ResponderEliminarBesos
Una acepción de la palabra sirena mucho menos romántica y feliz...
ResponderEliminar=(
Abrazos!
Malditos sean...
ResponderEliminarPara la misma palabra SIRENA, dos caras, la fantasía de un lado, el dolor del otro.
ResponderEliminarBesos
Sirenas que advierten de una urgencia rápida y precisa. Siempre que escucho una sirena siento un pequeño resquemor.
ResponderEliminarun abrazo
Las sirenas cuando son anunciadoras del dolor, estremecen con su sonido. Cuando este dolor es colectivo casi siempre está detrás la acción criminal o negligente del ser ser humano.
ResponderEliminarTu entrada es un toque directo al corazón.
Un abrazo.