Este jueves, Relato. Colombia
¡Tierra a la vista!
Era el cuarto viaje de Cristóbal Colón. Después de visitar algunos territorios conquistados, exploró el golfo de Urabá, una pequeña lengua de mar que se extiende al sureste, en la desembocadura de uno de los ríos más caudalosos del mundo: El Atrato. Por este río entró la conquista española y llenó de pueblos sus orillas.
El Genovés, una vez más, pisó tierra en busca de las
Indias Orientales, Japón o el Imperio Chino.
Esta vez lo hizo solo, sus cartógrafos y asesores quedaron
confinados a bordo por su obstinada torpeza en la interpretación de los
viajes... Sólo se habían equivocado de Continente... 19.000 kilómetros en la
dirección opuesta.
No obstante, la suerte acompañó al marino.
Finalmente al adentrarse en aquel exuberante y hermoso paisaje, se encontró con
bellos aborígenes adornados de perlas y dio gracias a Dios. Colón pensó que
había descubierto el Paraíso Terrenal.
Más tarde el venezolano Francisco de Miranda, a aquel
paraíso, y en honor del descubridor le llamó: Colombia.
Y seguramente fue desde ese primer momento que esa tierra exuberante maravilló con su encanto a quienes llegaron cruzando los mares. Después la historia se siguió escribiendo...
ResponderEliminarun abrazo juevero!
Hola Alfredo:
ResponderEliminarFruto de una casualidad o de una locura, Colón llego a las tierras que , mas de 500 años despues, le hacen justicia a su nombre. Un paraiso que, con sus virtudes y defectos, nos ha congregado esta semana.
Café colombiano para vos.
Alfredo, no dudes que ante quella belleza Colón descubrió el paraiso terrenal.
ResponderEliminarMereció la pena el viaje en aquellos tiempos más aventurado que ir a la luna o a marte, más hermosa Colombia, exuberante y diversa. ¿Me pones un cafelito Colombia en tu risueña plaza, que de ser Colombia se llamaría de la Esmeralda? Besito.
Es verdad que aquellos marinos andaban un tanto despistaos. La raya se les pasó un poco.
ResponderEliminarNo puedo ni imaginarme la cara de Colón al llegar a aquel exhuberante lugar. Sin duda debió de sentir haber llegado al auténtico paraiso terrenal.
Un abrazo Alfredo
Pues si, se equivocó sólo un poquito; pero lo que encontró le encantó y hubiera quien hubiera no le importó, lo conquistó, mal hecho, con lo bueno que hubiese sido la convivencia.
ResponderEliminarUn abrazo
alfredo, veamos a ver...tarea para responderme vía mail, si abin lo tienes: ¿ quiés descubrió tanzania y en qué año?
ResponderEliminar¿qué fue de ese país una vez descubierto y conquistado?
medio beso, alfredo.
Un desvio afortunado, yo tambien hubiese querido ver las caras al descubrir esta tierra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todavía hoy, después de estudiar el descubrimiento de América varias veces en diferentes etapas de mi educación, me sorprende cómo llegaron hasta aquellas tierras prácticamente como fruto de la casualidad. Por cierto, me ha gustado mucho la manera en la que lo has contado. Un beso.
ResponderEliminarLas vueltas del destino... o equivocó la vuelta y llegó a otro destino. A veces en lo previsto también habita lo imprevisto, como imprevisto fue para los nativos, ver llegar a aquella gente tan extraña.
ResponderEliminarY por esas cosas extrañas, habitantes de un mismo mundo, nos fuimos conociendo.
Muy buena descripción de ese comienzo "colonizador" (otra palabrita que Colón seguro ni imaginó, sería el causante).
Un gusto leerte otro jueves!
Saludos y besos al vuelo!
Gaby*
Me gusta porque nos relata , la contrariedad y por último la sorpresa... el descubrimiento, porque es bonito encontrar lo no esperado... Otra cosa es la colonización, pero no es el tema...
ResponderEliminarBesos
A veces el azar tiene la culpa o la gracia de muchos descubrimientos, y este que nos relatas es uno de ellos. Causalidad?? Pues mira, si le dicen a Colon que iba a encontrar un paraíso ni se lo hubiera creído.
ResponderEliminarPero...
Un abrazo.
Equivocaron el rumbo de sus viajes pero mantuvieron su ambición y sus deseos de destrucción. Arrasaron con todo, y convirtieron el paraíso en un desierto lleno de sangre.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Ya lo decía Gonzalo Fernandez de Oviedo en su "historia general de las Indias" de que el descubrimiento fue la mayor cosa despues de la creación del mundo, la encarnación y muerte del creador, (así lo señala Felipe Pigna en su libro "Los mitos de la Historia Argentina") según dice: para los europeos del siglo XV comenzaban a existir las cosas cuando se las "descubrían", no cabe dudas de que era el paraíso para el marino y los suyos, para los de acá fue el fin de los tiempos en que podían decidir sobre sus vidas, pensamiento, modo de producir y religión
ResponderEliminarBuen texto Alfredo, fino y neutro, me gusta de verdad
Te dejo un abrazo
Interesante recreación de esa llegada de Colón a Colombia, su incursión por el rio Atrato, evocando imágenes y sensaciones que pudo tener.
ResponderEliminarHe disfrutado tu relato.
Abrazos.
Historicamente sí, pero siempre quedara una pequeña duda de si realmente Cristobal Colon no sabia perfectamente donde iba.
ResponderEliminarEl desembarco como bien realatas les debió parecer la llegada al paraisa de la naturaleza.
Un abrazo