Héroes de cabecera. (XI) Giuseppe Verdi
¿Quien, no escucha la palabra “VERDI” e instintivamente le viene a la cabeza un sinfín de melodías conocidas? clásicos de la Lírica que desde hace años forman parte del repertorio popular. Mi vecina del quinto (que entre nosotros, es una fresca) entona con cierta gracia las estrofas de “La Donna e Mobile” de Rigoletto, que repite incansablemente hasta acabar con la colada del fin de semana, en mi familia no hay Nochevieja en la que no acompañemos el Final de Año con las primeras notas (no sabemos más) de “El Brindis” de la Traviata y en la tertulia gastronómica de mi amigo Ramón no dan por concluida una comida sin arrastrar con la boca esponjosa los acordes del primero al último del “Va Pensiero” de Nabucco. Tanto calor y popularidad parecen imposible que puedan emanar de este hombre pequeño, áspero, con el rostro frío, de mirada incisiva, nariz aguileña y canosa barba. Así, es como lo recuerdo en un busto de mármol que comparte junto a otros genios de la Opera en el foyer