París, Texas
S iempre me ha preocupado y ocupado desarrollar iniciativas que mejorasen las posiciones de nuestro colectivo profesional con respecto al gran público, la elección de un estilo determinado de mueble, en este caso el mueble moderno y de vanguardia, no siempre ha facilitado el entendimiento con la mayoría de los consumidores, que generalmente se ha identificado mas con el Amueblamiento y la decoración clásica, convencional y excesivamente ornamentada. Salvo un puntual periodo de tiempo a principio de los años sesenta, en el que un mueble de trazos y formas limpias, de procedencia mayormente escandinava tuvo una gran acogida entre los consumidores, incluso propiciando cambios anticipados en el mobiliario existente, del que en principio se esperaba mayor vigencia. Esa tendencia duró lo que duraron los sesenta y de nuevo en los siguientes veinte años nos vimos sumidos en la mayor apatía, sosez y aburrimiento en cuanto a propuestas de vanguardia importantes se refiere, lo que propició un