Ayer conocí a Maac y a Atticus. Fue en una charla previa a la representación de La Creación, en el Palau de la Música. Organizada por Amics de l’Ópera i de les Arts de la Comunidad Valenciana, la charla ilustraba algunos pasajes de la vida de Haydn y su entorno en el momento de componer su gran Oratorio. Hablando con ellos, recordé mis primeros Post en La Plaza del Diamante, eran tiempos de correr por los teatros de Ópera en busca de una Tosca o un Rigoletto, así viajé a Milán, Madrid, Barcelona, Santander, Verona, New York o al mismísimo Torre del Lago. Buscaba con avidez y curiosidad blogs en los que se hablara de Verdi, Puccini, Pavarotti o Freni. Pensaba que podría mantener un tú a tú compartiendo experiencias y disfrutes. Y efectivamente los encontré, primero fueron Maac y Titus, luego vinieron Atticus y todos los demás y tengo que reconocer que aquello era otro mundo. En ellos se hablaba del universo operístico con mayúsculas, con propiedad. Las crónicas ...