Este jueves, relato: Objetos
Objetos. Costura.
El local, en principio
pequeño, estaba atestado de artículos delicados ordenados en estantes y
pequeñas cajas transparentes que dejaban entrever todo tipo de carretes de
hilo, cintas de medir, botones, blondas y un sinfín de productos de pasamanería
Ella, mientras hablaba,
seguía cosiendo, pespunte tras pespunte, hilván tras hilván. Los ojos
perseguían la aguja haciéndola coincidir con la tela, primero, y después con la
superficie metálica del dedal. Una y otra vez enhebraba la aguja llevándose el
hilo a la boca donde lo cortaba con los dientes. Por la noche, solía hacer los
encargos de la modista del centro. Eran los momentos de mayor paz y
concentración. El silencio de la noche era inspirador, y yo, al fin y a la
postre, acabaría durmiendo en unos minutos. Los encargos de la señorita Julia
le permitían adentrarse en un universo de lujo; con esas prendas entre sus
manos podía soñar, y la noche, para esos sueños, era lo mejor. Con frecuencia
me preguntaba quién sería la destinataria de aquella compostura, de aquellos
cientos de pespuntes y de la blonda, prendida en el tul de color vainilla.
Durante el día, en huecos, hacía los apaños de las vecinas que requerían menos
precisión. Los remiendos con destinatario conocido. Toda su vida pasaba por
aquellos puntos, contenta por ser querida; tan solo una costurera a tiempo
parcial, pero feliz… muy feliz.
A la luz de aquella vela aprendí, entre cabezazos sobre el cálido hule, que se puede tener todo sin tener casi nada. La vela, constante, sabía que no podía consumirse antes de que ella acabase su trabajo. Sus manos y las orillas de aquellos retales estaban iluminadas al ciento por ciento. La penumbra era la dueña del resto de la sala. Su rostro quedaba resaltado en un contrapuesto claroscuro.
A la luz de aquella vela aprendí, entre cabezazos sobre el cálido hule, que se puede tener todo sin tener casi nada. La vela, constante, sabía que no podía consumirse antes de que ella acabase su trabajo. Sus manos y las orillas de aquellos retales estaban iluminadas al ciento por ciento. La penumbra era la dueña del resto de la sala. Su rostro quedaba resaltado en un contrapuesto claroscuro.
Era guapa, sus primeras arrugas tenían
nombre propio: Amparo.
(Fragmento de mi novela Postales de neón).
>Es que tenía razón....se puede ser feliz con poco...siempre que ese poco sea todo lo que te hace feliz...Esta noche he sentido una calidez en tu relato asi como en la histpria de una mujer con problemas de nacimiento que le impedían moverse de manera natural y que era motivo de burlas y pedradas de los niños...una historia real llevada al cine con el nombre de Maudie...a pesar de su falta de movimiento por la artritis que cada vez era mas fuerte, logró ser muy buscada por sus cuadros...una mujer humilde que dijo que en su pequeña casa y con su esposo , tenía todo para ser feliz..ha sido una gran lección para todos aquellos lamentos que a veces lanzamos por sentir que nos hacen falta cosas...besos de tapabocas en tiempos de virus...
ResponderEliminarUna novela que promete a juzgar por este fragmento que nos ofreces hoy. Me gusta. ¿La tienes termibada o la estás escribiendo?
ResponderEliminarGracias por anfitrionarnos este jueves. Como ves a mi me despertaste recuerdos muy antiguos.
Un abrazo
Hola, Myriam: La novela está terminada, cocinándose en la editorial. Espero publicar a final de año. Besitos.
EliminarQue bello texto es como si viera a esa costureta tejiendo entre las velas en su mesa camilla y alrededor su pequeño durmiendo ...me encanto.
ResponderEliminarPor cierto no te olvides cuando tengas ya publicada la novela dejar direccion sera todo un placer poder leerla . Un abrazo y feliz jueves.
Felicidades Alfredo, que emoción debe ser esa espera de la novela.
ResponderEliminarEl fragmento leído me encanto y la verdad te deja con ganas de seguir leyendo.
Un abrazo :)
Ganas ya de poder disfrutar de tu novela. Ya sois muchos los compañeros que tenéis ese proyecto ahí mismo y me alegro mucho por vosotros.
ResponderEliminarEste fragmento representa una mirada. Desde los ojos que contemplan a Amparo hay muchísimo amor.
Un beso enorme.
Un entrañable relato llevado con encanto y maestría. Me alegra tenerte entre los jueveros Alfredo, más aún conduciendonos. Un fuerte abrazo
ResponderEliminar
ResponderEliminarDe que escrives muy bién te lo he dicho muchas veces.Pero creo que te pasa como al buén vino. que con el tiempo lo haces cada vez mejor. Enhorabuena!!!
Es bellisimo, tanto que me vienen ganas de adentrarme en tu libro. Besos.
ResponderEliminarQué ternura ante la madre cosiendo, qué de objetos sin importancia aparente acaban siendo tan importantes para el recuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo
Un hermoso escrito que personalmente me identifica totalmente en cada frase y en cada letra, pues mi amada madre toda su vida ha sido costurera y tiene una belleza y un talento enorme en sus blancas y frágiles manos,que bordan y descocen universos tan secreto e inconmensurables
ResponderEliminarSe puede ser feliz con lo que realmente importa.
ResponderEliminarUn fragmento precioso
Abrazo
qué encantadora descripcion de ambiente! y que manera de ir centrando la atencion... primero el local, luego las circunstancias de los trabajos de costurera a ratos. luego la vela que ya nos va centrado en la zona iluminada por la vela y fialmente ella.
ResponderEliminargenial
gracias por uan convocatoria tan magnifica y bien cuidada
saludos
Muchas gracias por vuestra participación y comentarios. Espero que mi propuesta os haya gustado y mis (vuestros) objetos hayan motivado excelentes relatos. Abrazos y hasta la próxima.
ResponderEliminarBien contado, una buena historia para tu jueves.
ResponderEliminarSaludos.
Nunca creí en hechizos o magias hasta que conocí a este lanzador de hechizos especial llamado Dr.WEALTHY. El hombre con el que quería casarme me dejó por otra mujer y mi vida estaba al revés. Estuvimos juntos durante 4 años y realmente lo amo mucho, me dejó por otra mujer sin ninguna razón, intenté llamarlo, nunca contestó mis llamadas y no quiere verme. Hasta que vi una publicación sobre Dr.WEALTHY sobre cómo ha estado ayudando a las personas y le conté al hombre lo que sucedió. me ayudó a hacer algunas lecturas y después de las lecturas me hizo darme cuenta de que la otra mujer había hecho algunos hechizos sobre mi esposo y esa es la razón por la que me dejó, me dijo que me ayudará a lanzar un hechizo para traer él de vuelta. Al principio era escéptico, pero lo intenté. En 4 días, mi esposo me llamó y vino a pedirme disculpas. No puedo creer que pueda volver a verme, pero ahora estoy feliz de que haya regresado y ahora estamos casados y vivimos como una familia feliz. Estoy publicando esto en el foro si alguien necesita la ayuda de este hombre. Puede contactarlo a través de esta dirección de correo electrónico: wealthylovespell@gmail.com o llamar / Whatsapp +2348105150446
ResponderEliminar