Un día en Londres.



Un día en... Londres

7’30
Con ropa deportiva atravesamos en hall del Grosvenor House y, una vez en Park Line, buscamos la entrada próxima a Hyde Park. Hace frío en este día de invierno, frío del que el corredor se sustrae fácilmente por la belleza del lugar. Giramos en el Speakers’ Corner y seguimos hasta la orilla del Lago Serpiente, a continuación el palacio de Cristal y de nuevo camino del Hotel.

9’45
La primera distancia la cubrimos en metro, la entrada más próxima está en la esquina de Park Line con Oxford St. cerca del arco de mármol blanco que da nombre a la estación del suburbano: Marble Arch. Después de algún trasbordo, llegamos a nuestro primer destino, una de las librerías más impresionantes de Londres, Waterstone’s, hay otras de la misma cadena en la ciudad pero este edificio tiene algo especial, mantiene el aspecto y sabor de los libreros que le precedieron, la famosa librería Dillons, tal y como la conocimos en Torrington Place.


12’00
Es hora de recogimiento y tranquilidad, de nuevo atravesamos la ciudad por sus tripas y emergemos por la base de la Reina Boadicea y su vecino Big Ben. Sorteamos el Parlamento y paseamos por los jardines de la Westminster Abbey; nos llenamos de misticismo y espiritualidad.

14’00
En Londres, como en casi toda Europa las cocinas cierran cuando menos lo piensas, TatterSalls Tavern está frente a Harrods, en el 2 de Knightsbridge Green, se come pronto y bien, lo que sea con una buena pinta de Guinness.


17.30
Cruzamos el río por el puente del Millennium y paseamos en dirección opuesta al Parlamento, buscamos el cambio de guardia de la Royal Horse Guard en Whitehall. Coincidimos con el solemne relevo de caballos y jinetes engalanados.

19’00
Ya ha anochecido y el cuerpo pide una retirada vergonzosa, esta vez será en taxi, pero antes una visita de cortesía a una de las tiendas de Terence Conran, los Hábitat de Londres son diferentes a los de España, Un culto al objeto, al diseño de las piezas y útiles domésticos más sencillos y cotidianos.


20’00
Mientras consideramos las diferentes opciones y una vez recuperado el tono, hacemos una previa en la barra del Borbón, seguro que este Dry Martini nos ayuda en la elección.


Comentarios

  1. Un buen recorrido por Londres, esperemos que depara la noche tras degustar un dry martini.
    Una noche en la Ópera sería una buena opción.

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  2. Estuve unos días en Londres el año pasado. Recorrimos mucho pero me faltó ver más. es una bellisima ciudad que superó mis expectativas y contradijo los prejuicios negativos con los que llegué. Una experiencia que me encantaría repetir pasada la pandemia. Por cierto, estupendas fotos.
    =)

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