Esta plaza ubicada en el barrio de Gracia de Barcelona es un lugar nostálgico en el que a uno le gustaría que todas sus ilusiones se cumplieran. Tal vez, para compensar los desdichados avatares de sus dos entrañables protagonistas, el Quimet y la Colometa.
Tengo la sospecha de que el maltrato, aunque pueda parecer paradógico, habla mucho y mal de la debilidad y escasa valía del maltratador. Complejo de inferioridad que busca superarse con un comportamiento salvaje-. Un fuerte abrazo.
Contundente! Un consejo que muchos deberían seguir!
ResponderEliminarUn abrazo!
...delicado tallo, el que une la cabeza con el corazón.
ResponderEliminarSi habrá que cuidar de estas flores.
Me llegó al centro del corazón.
besos
Y Hay tantos que no sólo no lo entienden, sino que parecerían esforzarse para que el daño sea irreparable.
ResponderEliminar=(
Impactante y contundente. No hay mejor forma de explicarlo. Un saludito.
ResponderEliminar¡Bien dicho!
ResponderEliminarEs una parte oscura de la vida y de quienes la parecen en la más estricta soledad.
ResponderEliminarBesos
No se necesita decir nada más.
ResponderEliminarUn abrazo
Breve, conciso y ojalá, sea efectivo, en aquellos que no lo sienten así.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Directo, muy contundente. Si todos los hombre tuviesen tu pensamiento.
ResponderEliminarBeso
Tengo la sospecha de que el maltrato, aunque pueda parecer paradógico, habla mucho y mal de la debilidad y escasa valía del maltratador. Complejo de inferioridad que busca superarse con un comportamiento salvaje-.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Perfecto.
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