A fuego lento. La Hermandad. Fuenterrabía
Lo primero implicaba una coherencia que marcase un estilo
personal al opinar sobre temas de diferente índole y color, utilizando la
escritura como herramienta. Lo segundo algo más relativo, pero muy
satisfactorio, simplemente llegaría -si llegaba- por su propio peso.
Esta “Plaza...” vio la luz con la única intención de llevar al papel, a modo de diario, los recuerdos más
significativos de unos cuantos años de vivencias, y le gustaría seguir
haciéndolo con una cierta coherencia narrativa y con algún desahogo documental.
Por eso, no quiere perder el Norte, y de vez en cuando vuelve la vista atrás y
remueve sus orígenes.
Esta "Plaza..." sabe que puede equivocarse, nadar
contra corriente, incluso ahogarse con alguna imprudencia emocional. Pero
también sabe, que esa desnudez de criterios, es la que le da fuerza, forma y
continuidad.
Hoy “La Plaza del Diamante” estrena una nueva
sección que con el título de “A fuego lento” pretende compartir el recuerdo de
una comida, cuyo único contenido sea la factura del restaurante en el que se
disfrutó y la esencia del entorno que lo propició. Destacando especialmente la
curiosidad que supone algunos años después, comprobar la variable en
los precios y la estética del documento.
El mediodía soleado de Hondarribia, es
cálido, incluso en Invierno.
Por este local de una sola planta, los
rayos del Sol entran descarados y se detienen en la rugosa textura de la
madera de sus mesas compartidas.
Esto, ya sucedía hace 600 años, cuando
en su interior se guardaban las redes de los pescadores de la época.
Hace 65 que es restaurante, la misma arena que une
su mampostería y las mismas vigas de roble, dibujan el aroma de la antigua
Cofradía de Pescadores.
Primero debo decir que esa sartén con almejas me obnubila el pensamiento.
ResponderEliminar¿Estamos aquí en presencia de un guardador profesional (mas conocido como cachivachero jajaaj) que guarda tickets de restaurants en los que estuvo hace 10 años? Parece que si. Me llama la atención el precio final, supongo que serán pesetas porque si fueran euros ... ya me estoy despidiendo de la idea de visitar Europa!
La fachada del local me recuerda a los pequeños restaurants de Valparaíso en Chile, donde se come pescado de primera calidad a muy buen precio. Lamento que en mi ciudad la cuestión pescados y mariscos no tenga la relevancia que merecería (hablo de productos de mar, el pescado de río no me entusiasma demasiado) y que sea tan caro ademas. El día que vaya por alli me desquitaré si el bolsillo me lo permite.
Mientras tanto voy tomando nota ...
un abrazo
PD: Las imprudencias emocionales vienen siendo lo mas interesante de estos espacios, esperamos seguir encontrándolas en la Plaza.
Suscribo todos y cada uno de los argumentos y reflexiones antes esgrimidos por mi vecina. No sólo es agudísima en sus observaciones, la susodicha, sino que además siempre se me adelanta! jejejee
ResponderEliminarun abrazo y espero que sigan siempre vigentes las "imprudencias emocionales"!
Las tres mujeres del Sur, coinciden ampliamente una vez más, esta vez en otro espacio, por eso, suscribiré lo dicho por mis acertadas antecesoras.
ResponderEliminarbesos y suerte con lo que "pinta" una excelente sección!!!
(bueno, lo de cachivachero, no se si suscribirlo...jajaja)
Any:
ResponderEliminarAclaro... ¡son pesetas! y la factura es de hace 20 años,lo que no es excusa para que se deje caer en cualquier momento por esta vieja Europa.
Mónica:
Las imprudencias leves, como estas, no transcienden más allá de tener que esconderse alguna vez que otra debajo de algún rubor.
Cas:
¡Suscriba, suscriba! que aunque me cueste reconocerlo, lo soy un rato... sino, de dónde?
Besos a las tres y ya saben... aquí les esperan siempre unas almejas con patatas.
A fuego lento cocemos los blogs, al calor de los impulsos, al sabor del paladar, guisos palabras que permanecen y que comunican y que abren el apetitito de la amistad.
ResponderEliminarComer para charlar en la sobremesa, después de las almejitas ante la mar Cantabrica, locales que van cayendo de su sitio a golpe de pico y a dentellada de especulación !qué pena Alfredo!
Nunca guardo la minuta, pero me acuerdo de muchas comidas encajadas en paisajes. 6.ooo pesetuelas hace 20 añitos eran bastante, sirva de comparación con el hoy. Me acuerdo de un baño en playa con cantos rodados, de un paseo marítimo tranquilo, las redes extendidas mujeres cosiéndolas, parloteando, sentadas en sillas bajas de enea, barcas tumbadas, me acuedo de un arroz caldoso sublime, de caracoles de mar, de erizos marinos, de anguila en maceración...
Hoy en el mismo paseo pocas redes barcas alguna, restaurantes en batería, aire acondicionado y cartas de a 40 € lo menos la degustación. Se come bien aún en les Cases d'Alcanar, pero es otra cosa, queda el yodo y queda la mar. Besitos gastronómicos a la espera de otras cuentas con su receta.
Yo no miraré los precios para no desmayarme, pero te garantizo una caldereta de pescado cubierta de allioli en tu visita a casa!!!!
ResponderEliminarY arroz con leche!!!!
Un beso, amigo.
¡Qué exquisitez!, a mi también me emocionan estos lugarcitos pequeños, pintorescos, donde se comen buenos frutos de mar. Al igual que Any, cuando miraba las fotos pensé en valparaiso donde por cierto tienen una rica y variadísima gastronomía de mar, (se come muy bien en casi todo Chile, especialmente en el sur) y lamentarme de que en mi país no se posea esa cultura gastronómica a pesar de tener costa marítima larga y extensa.
ResponderEliminarBuen recuerdo y buen plato trajiste Alfredo, te mando un besote
Digo yo Alfredo que esas facturas han de tener historias para guardarlas, así que por solo descubrirlas ya merece la pena esta nueva sección. Perderse en la plaza es un auténtico placer, encuentras de todo incluso esas deliciosas imprudencias emocionales.
ResponderEliminarY leyendo a las compañeras veo que una tal Verónica habla de una caldereta de pescado, de un arroz con leche..... ¿todo eso solo para los que vivis cerquita? Anda yaaaaa.
Un abrazo gentil "cachivachero"
Nadar contra corriente en los tiempos en que vivimos, ya es un rasgo de singularidad encomiable.
ResponderEliminarRecordar y bucear en nuestro pasado y sobre todo de temas lúdicos siempre es gratificante.
salu2:
Acabo de comer, pero aún así esas almejas me han abierto el apetito. Incluso para 1992 me parece un precio muy barato.
ResponderEliminarSabrosos recuerdos, me gusta que los compartas.
Otro abrazo.