Ni un minuto. No he podido dormir ni un minuto. Estos cincuenta recién cumplidos, están pesando más de lo previsto. Este juego de a uno, es complicado y traidor. Lo que parecía sencillo y suficiente se ha convertido en una situación límite. No es oro todo lo que reluce, pero bien valdría un poco de bronce a mano. Atrás queda un gasto por amortizar. De nada valen Diplomas, Posición, el Chalet o el Yate. Necesito un viaje al purgatorio de más de una noche, algo más largo y definitivo. Un juego sencillo en el que compartir las horas y los días con un interés y emoción renovados. Una rosa en la mano con la que iniciar la seducción. Sin exigencias… sólo las justas. -¡Decidido! A ver cómo suena esto: -"Caballero de 50 años, divorciado, educado, atractivo, con buena posición económica y social, desea contactar con señora o señorita…” Anuncios de todo tipo en el Diario de Encarni