Sábados de Mercedes. ¡Bragas, cuatro euros!
La curva después de pasar la Gasolinera, siempre le sorprendía, no se acostumbraba a reducir la velocidad, la visibilidad era buena, sin embargo el peralte, por una extraña razón inclinaba el asfalto en contra de los confiados automovilistas. No le gustaba conducir, pero ahora no tenía elección, solía hacerlo de madrugada, amaneciendo y además tenía que recordar cual era el destino en ese sábado de Diciembre, cada día un mercado diferente, en un pueblo diferente, pero el mismo tipo de gente de siempre. Cristina Papiri, era bonaerense, vino a Valencia de joven y enamoró a Pepe, el batería de un grupo de Rock llamado Los Escorpiones. Estos viajes no tenían nada que ver con aquellos de los conciertos por la Comunidad Valenciana, después de un largo pero cómodo viaje hasta el pueblo de turno, descansaba en primera fila o en una mesa cerca del escenario tomando alguna copa, mientras el Sr. Belmonte aporreaba las baquetas al mas puro estilo Ringo Star, sobre la tersa piel de los tambores de