El Llach que más me gusta.
Lluis Llach es mi músico de cabecera. Me ha acompañado en la segunda mitad de mi vida, lo he disfrutado en mis mejores momentos y lo he utilizado para recomponerme en los peores. Sigue siendo una referencia estimulante de la que no quiero prescindir. La presencia de su música ha sido una constante en lo bueno y en lo menos bueno, me gusta el Llach letrista, pero me apasiona el Llach músico. Lo conocí una noche en un concierto en “La Sociedad Coral El Micalet” de Valencia, eran tiempos de “Madame” y “La Gallineta”, se acababa de editar su tercer disco “I si canto trist”. Asistí, con mi amigo Ramón Paredes y su jefe D. Salvador Mir. -30 años después D. Salvador sigue siendo su jefe, pero hace tiempo que para nosotros es sencillamente Salvador-. Aquella primera noche, Salvador llamó mi atención, por su aspecto pulcro y de porte elegante, trajeado y con corbata, el pelo cortado a navaja, aterrizado no sé por que extraña razón, entre aquella panda de “rojos” con barba, incluidos R