...Sábados de Mercedes, tema libre (y tan libre)
En un lugar del Véneto , de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho que vivía un joven, tonto y afortunado del que de cierto, poco se sabía, ensimismado y soñador, por lo que los más de los ratos se daba a leer relatos de Amor , alejándose en esta suerte de toda acción, refriegas, juegos y curiosidades sobre el comportamiento habitual de hombres y bestias. Es pues, de saber que de esta forma, Romeo de Quijano , que así se llamaba, modeló en su mente el sueño que la prosa almacenada en su cabeza había dibujado en forma de hermosa dama. El joven, sembró su casa con perlas impresas de lomo acartonado que hablaban de enamoramientos, desengaños, dichas y desdichas, requiebros e incluso cartas donde la razón de la sinrazón se empequeñecía ante la visión de su Diosa de humo. Así, dejado en sus pensamientos se le veía mañana tras mañana, a veces en franca ventaja compitiendo melancólico con el rocío del amanecer y otras añadiendo a las nubes, sus nubes de suspiros. El joven tonto y afort