...Los Corleone mueren con Mascagni de fondo
He visto por enésima vez la tercera entrega de «El
Padrino» y, por enésima vez, he deseado inconscientemente que llegaran las
escenas finales tanto de la entrada del Teatro Massimo de Palermo, como
las de la muerte de Michael en el jardín de su casa siciliana. Ahí donde el
veterano Carmine Coppola recoge en minutos concentrados la esencia de
la Opera de Pietro Mascagni: Cavallería Rusticana, que junto a
un paquete de temas sicilianos, una tarantela y una mazurka, claras
melodías folklóricas, ambientan las estancia de Michael en Sicilia.
Un
día, Mascagni, puso el ojo sobre una página de la revista Il Teatro
Illustrato en la que se daba la noticia de la tercera convocatoria de un
concurso de óperas de corta duración, promovido por la Editorial Sanzogno y
dirigido a jóvenes compositores con un premio en dinero y la inmediata puesta
en escena de las que lograran los tres primeros lugares. El plazo de
entrega estaba cercano y el tiempo escaseaba.
El compositor buscó con ansiedad un punto de partida y
fue un antiguo compañero de colegio, Giovanni Targioni-Tozzetti, quien le
propuso el argumento de Cavallería Rusticana, una obra teatral ambientada
en Sicilia y centrada en una historia de celos que culminaba en un duelo
mortal. Para adelantar el trabajo, le escribían el libreto a trozos y se los
enviaban por carta, algunas veces incluso en tarjetas postales. Mascagni componía
la música a medida que el texto le llegaba. Sin embargo, en el último instante,
cuando la obra estaba acabada, el compositor se desanimó, convencido de que
nunca ganaría el concurso. Según algún historiador, fue su mujer la que envió a
escondidas la partitura de Cavallería Rusticana al jurado.
El envío de la obra procedía de Cerignola, un oscuro
pueblo de Italia del sur, donde el joven Mascagni se buscaba la vida
como podía, con poca gloria y menos dinero. Por entonces, Pietro Mascagni tenía
25 años de edad y era casi un desconocido. Se había retirado del Conservatorio
de Milán y trabajaba como director de una compañía itinerante de
ópera. Nadie pensaba (ni siquiera él) que en tan corto plazo de tiempo, pasaría
a ocupar un lugar importante en la vida musical de la Italia de fines de Siglo
XIX.
Cavallería Rusticana, se estrenó el 17 de mayo de 1890
en el Teatro Constanzi de Roma. El clamoroso y explosivo éxito
que obtuvo en la noche del estreno se ha constituido en un episodio que marca
un hito en la historia de la ópera por cuanto que Mascagni tuvo 60
llamadas a escena al finalizar la representación.
Las acciones se desarrollan en Sicilia, el día de
Pascua, y narran un trágico episodio de celos y de muerte protagonizado por el
soldado Turiddu, su amante Lola, la despechada Santuzza y
el marido de la primera, Alfio. La trama es sórdida, violenta y
trágica, máximo exponente de un Verismo con obvia tendencia a reflejar
situaciones cruelmente cotidianas.
Creador de 14 óperas y otras composiciones, se lo
conoce casi exclusivamente por Cavallería Rusticana. Incondicional del
régimen fascista de Mussolini del que fue músico oficial, ocupó el cargo que Toscanini abandonó
al frente de La Scala, cayó en desgracia en sus últimos días por su apoyo
al fascismo, fue destituido con la expulsión de los nazis de Italia y
confiscaron sus bienes.
Murió en la indigencia en 1945. De su producción
operística sólo sobreviven “Cavallería rusticana” y “L’Amico
Fritz”.
Hola Alfredo, te vengo a ver y me paseo desde los personajes de Altea a la expo de Zaragoza, con un antipoema que, para mi horror, sigue vigente en algunos lugares de nuestra España profunda y costera, que contrasta con la modernidad y la frescura de ese diseño que nos presentas.
ResponderEliminarRecuerdos del pasado con ese Pérez que estuvo en Mallorca y los viejos amigos…
Por último recuerdo de tu mano la excelente saga del padrino, esta parte a mí me gusta especialmente. Y conozco al autor de Caballería Rusticana, que no tenía ni idea, que siempre pensé que era de uno de los “grandes”, de los más conocidos por los que no somos expertos, sólo disfrutadores ocasionales de ópera, como yo.
Ha sido una visita bien aprovechada. Un abrazo, Alfredo.
ufff, hacia tiempo que no veia la escena del video que has escogido, Alfredo, ...y es realmente estremecedora.
ResponderEliminarEse grito mudo, antes de que pueda salir el sonido, ese dolor tan y tan fuerte, el dolor total, que impide ni siquiera verbalizarlo, esos segundos interminables...¡Qué fuerza, que intensidad, que obra maestra del cine!
Y lo de Mascagni no lo conocía, me ha parecido muy interesante...¿se pueden solicitar aquí más post de ópera en esta línea y con esta sensibilidad? (por pedir...)
Una escena maravillosa y es esa una de las cualidades sobresalientes del cine, como se puede encapsular, amalgamar, hacer una sintesis de una suma de Artes y estremecer hasta los "tuétanos".
ResponderEliminarMe encantó el extracto del film.
Un abrazo grande.
Gracias por traer esta maravilla del cine, de las tantísimas veces que vi esta escena siempre es como la primera vez, siempre una sensación diferente, estremecedora.
ResponderEliminarBesitos
querido amigo: qué conmovedor!! que emocionante volver y volver a ver esta escena cargada de tanto dramatismo y lirismo. Placer compartirlo y como siempre, un gusto siempre visitarte. un beso.
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