Entradas

Este jueves, relato: Cumpleaños

Imagen
En general, los fantasmas, no cumplen años. Pero este,  el del jueves pasado, sí.  No sólo cumple años, además los cumple cada ciento ochenta y dos días, por lo que es el doble de viejo que cualquier otro. Esas cosas se notan e indistintamente de que se sea, o no, fantasma… los años pesan..., y pasan. En esta ocasión, su cumpleaños, no cayó en ese fatídico sábado en el que se ausentaba para matar y pudo celebrarlo con su pareja, ¡fantasma como él, claro! El evento se perpetró en un restaurante "cinco estrellas", el mejor del purgatorio: Transición, se llamaba. En la mesa, ella se dirige a él con una rosa roja en la mano. Él la mira inmutablemente a los escondidos ojos mientras recibe y aprieta el tallo del placentero vegetal, dejando en el blanco mantel un sedoso y cristalino charco de sangre. Ella devuelve la mirada, se inclina y lo besa mientras con los dedos juguetea en el charco púrpura. Después del prolongado beso acerca su dedo índice sobre la parte delanter

Este jueves, relato: Una de fantasmas.

Imagen
Las paredes del cielo estaban desnudas, él corría de una a otra sin dejar rastro. No tenía cuerpo. No tenía sombra, por no tener no tenía ni nombre. Sólo un apodo, un alias por el que nadie le conocía: "El Fantasma". Era como una nube transparente que rebotaba en las cuatro paredes de esa esfera cristalina que llaman Universo. Su año, que no el nuestro, tenía solo ciento ochenta y dos días y todos eran sábado. Un día al año, justo a las doce de la noche, cuando acababa un sábado y empezaba el siguiente bajaba a la tierra para hacer lo único en lo que era un experto: ¡Asustar... mortalmente! Antes de ser un nimbo sin dimensiones, era humano, con toda la carga de defectos y malformaciones que ello supone. Recuerda épocas gloriosas en ese erial lacrimógeno en el que se había convertido su odiado y, a la vez, añorado  planeta.   Personas de todo tipo, edad y pelaje pueblan los cementerios por su singular y cruel extravagancia de asustar sin piedad a unos y otros en la

Este jueves, relato. Cierre de convocatoria

Imagen
En nuestro paso por la peluquería, ha habido de todo: Hemos cortado, rizado, mechado, coloreado, degollado, pelado, recordado, amado, engañado, ligado, barrido... en fin, que hemos sido, a la vez, ayudantes, estilistas, barberos y clientes. En definitiva, que un corte de pelo parece que da para mucho. Y ahora que todos estamos como un pincel de aseaditos, limpios y presentables es hora de irse de Fiesta. Por ejemplo, la que nos propondrá mañana C h a r o desde su blog: "¿Quieres que te cuente?"    Agradecer el arte y la generosidad de Casss que una vez más hizo los dibujos de los enlaces. Besos