Este, jueves relato. Me perdí en la Noche
La noche... que larga es la noche. No era la primera vez. Aquella noche me perdí queriendo. La buscaba con la inconsciencia que dan unas copas de más. Fantasías en las que se respira el salitre que despide la proximidad del Mar. Me veía en sepia, perdidamente perdido. Horas de vanidades y cobardías disfrazadas. Horas de mirar por encima del hombro y abrirse paso a empujones. Horas falsas como la falsa moneda, y sin embargo… la buscaba. Aún no eran las dos de la madrugada, y ya empezaba a hablar solo. -Por aquí no pasa un alma- me dije. El silencio me abraza y a veces se transforma en miedo y pesa. No había nadie con el que presumir, seducir o intentar engañar. Ya no era el más fuerte, el más rápido. Me quedé quieto paralizado, echándome un pulso a mí mismo, que obviamente iba a perder. Expuesto en la oscuridad, imaginé la escena perfecta, la más cáustica. La ironía más agónica. La necesidad más feroz, dependiente y comprometida. Incluso vi páginas en blanco par