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Este jueves, relato. Patios

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“El Patio de mi casa es particular, cuando llueve se moja como los demás…” En eso estaban las mellizas, cuando Alex irrumpió dando pelotazos a diestro y siniestro. Los pollos y las gallinas huyeron en busca de un lugar seguro. Los conejos, atónitos y molestos se refugiaron en la conejera. Tan sólo “Chocolate” quedó quieta, enfrentada al perturbador. No iba a consentir ninguna revolución en el Patio. Alex tomó posesión del espacio, midió con la mirada e imaginó la portería entre la maceta de geranios y el botijo que al fresco, colgaba de un alambre. Dio un paso atrás y chutó con todas sus fuerzas, la pelota se coló por el lateral del botijo, rozando el pitorro que acabó rompiéndose. Chocolate, -la cabra blanca con nubes marrones- se percató de lo grave de la situación y de su responsabilidad de mantener el orden en aquel patio florido. Saltó sobre sus patas traseras e impactó con sus diminutos cuernos en el trasero de Alex, al que derribó tumbándolo de plano sobre el pletó

Palabra 20 de 52: "Mariposa"

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                      Silencio, la Mariposa duerme...                         Siguiendo una idea de Sindel. Vídeo subido por: Yogatea

Los domingos... Limpieza General. "París" (Aireando viejos relatos)

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     Paseaba por el Pont de L’alma, -pasear, por los puentes que son abrazados a su paso por el Sena, es entender a nivel del agua la historia y percibir los diferentes paisajes que han configurado esta maravillosa Ciudad- decía, que paseaba, y reparé con sorpresa en la total inexistencia de los recuerdos con los que habitualmente los nostálgicos homenajeaban a “Lady Di” y que cubrían el contorno de la réplica de la Antorcha de la Libertad que existe al principio del puente, el Ayuntamiento ha decidido cortar de raíz estas manifestaciones de cariño que le dedicaban a la Princesa de Gales, ahora la base del monumento está llena de incontables y sucios restos de cinta adhesiva.      S e oyen sirenas, en París, siempre se oyen sirenas.      El Pont Neuf, es íntimo y sensual, quizás uno de los de “ojos” laterales de ribera transitable más largos y profundos. París entero pasea por ellos, 100 m2. De sombra que habrán presenciado 100 millones de apasionados besos y otras tantas decl