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Este jueves, relato. A mano...

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A mano. Moldear y acariciar al tiempo que se crea lo desconocido. Imaginar que las manos húmedas toman el barro y perfilan el volumen del deseo. Modelar sin pausa, extasiado, en un caos de conexión emocional con el elemento natural  y lanzar las manos a la aventura de la creación. Los dedos calibran el fondo y se hunden en la superficie inmediata, o hábiles, repican cincelando pliegues, arrugas y arterias, que vivas se adueñan del espacio y del tiempo. Las manos no destruyen, sólo  transforman. Indistintamente de la magnitud de la obra y una vez terminada, el artista, convulso, enloquecido por tanta belleza y desatando una cólera contenida le golpea en la rodilla exigiéndole que hable…  ¿Por qué no me hablas?   Y ante el silencio de la piedra cae vencido a sus fríos pies. Más manos con sus cinco deditos en los guantes de Dorotea

Este jueves, relato. Es el viento...

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Soy un relator de papel a merced del viento. En mi soledad e indefensión, vuelo como una hoja mecida caprichosamente entre líneas. Leo esta página confiado en empezar por el principio, como sería habitual en circunstancias normales. Pero Eolo, agresivo, en un ataque feroz me desplaza a la segunda línea donde releo que en mi soledad e indefensión vuelo como una hoja mecida…  Él insiste y como a un muñeco de trapo me lanza sobre la decimosegunda línea, que cuenta como una brisa gratificante e inesperada, me da cierta... Una brisa gratificante e inesperada, me da cierta tranquilidad, permitiéndome seguir la lectura con orden y concierto... Traidor, impacta con toda su fuerza lanzándome de bruces al final de la página, donde me sostengo a duras penas para leer que hay más relatos sobre el viento en el molino de Juan Carlos... Incansable, helado y veloz, me zarandea de arriba abajo, de derecha a izquierda, y vencido caigo sobre el principio del relato e inevitablemente d

Calentando motores con el lejano olor a polvora

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Os invito a un corto paseo por algunos de los más emblemáticos lugares de mi Ciudad, que estos días se engalana para sus fiestas falleras. Orgulloso y sensible a unas señas de identidad que pertenecen a otra época y en las que los conceptos no estaban equivocados, ni las tradiciones malheridas.  Bienvenidos con el fondo musical de una preciosa habanera.