...Gente de Altea
P EPITA tiene un horno casi centenario situado en una calle estrecha en la parte vieja. Su marido, “ Ximo ” , que falleció hace algún tiempo le dio nombre al establecimiento y sus hijos Joaquín y Alberto siguieron amasando harina para el disfrute de sus parroquianos. Sus hogazas son grandes, de forma redondeada y duran y duran como las pilas Duracel , su “coca alteana ” horneada y adornada con sardinas o morcillas con tomate, son un pecado mortal en el que apetece caer rendido. Siempre han suministrado el pan a los pescadores del puerto que, a diario (excepto domingos), faenan por la bahía alicantina en busca de los pescados que al atardecer, en un espectáculo apasionante de olores plateados de escamas y colores cristalinos de hielo granizado depositan en la lonja para su subasta, Ahora el viejo horno de "Ximo" ya no expende pan, sus hijos han buscado emplazamientos mas comerciales como el puesto del Mercado Municipal, donde los aromas de sus barras, bo