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Este jueves, relato: "Tomarle el pulso a los Jueves"

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Erase una semana que no tenía jueves. Todo era preguntar por qué, pero nadie sabía responder. Algún error en la impresión del calendario había dejado esa semana -únicamente esa- sin el día del medio. No me lo podía creer, una y otra vez los repasaba, perplejo, incrédulo, y sólo contaba seis. Del miércoles pasaba al viernes, dejando un sospechoso olor a vacío inexplicable, más propio de un mágico maleficio que de un error tipográfico. El miércoles noche sonó la última campanada del reloj de pared que cantaba las horas y contaba los días, y la temida bienvenida al primer minuto del viernes no se hizo esperar. ¿Dónde estaba el jueves? ¿Cómo se había perdido? Hasta llegué a dudar si... habría existido alguna vez. Tal era mi preocupación, ansiedad y desconcierto que exigí una explicación al hacedor del tiempo, y este me contestó: "Los Jueves, como cualquier cuerpo que marcha sin parar, necesita ajustes periódicos. Inspecciones emocionales. Analíticas de contenido para deter

Palabra 17 de 53: Soledad

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Papá, mamá... ¡No trabajéis tanto! Siguiendo una idea de Sindel Foto de Hermanos Martí

Este jueves, relato: "Duetos de Inspiración"

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Destino y/o azar Apenas he jugado a juegos de azar. Es muy sencillo, ¡no creo en el azar! sin embargo existe o al menos lo sufrimos o disfrutamos como consecuencia de un hecho físico o intelectual. Eso que llamamos suerte o desgracia y que tanto parecido tiene con el "Destino" no es sino el resultado de un acierto o un error; ambos tan reales que transcienden en el devenir de cada segundo de nuestras vidas. El destino no se manipula, simplemente se orienta como consecuencia de un acto propio o de terceros, que altera o modifica el recorrido de la acción. Acción esta, que evidentemente no existiría sino fuera propiciada por un hecho que determina en uno u otro sentido. Sólo es lo que existe, y no lo es precisamente por decisión divina, sino por la acción directa de la mano/cabeza del hombre. La ley humana termina dibujando una realidad tan afortunada como la más multicolor pintura de Velázquez, o desgraciada como la más sombría de Goya. El destino y/o azar. La su

Este jueves, relato: El Jardín

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(Fragmento de una novela en la que estoy trabajando) Alex no había llegado a conocer del todo aquella mansión. Se movía en espacios concretos: el salón, el dormitorio, la cocina, y el hall que le llevaba al exterior. Ese inmenso jardín poblado y cuidado hasta la exageración. Las avenidas de rodeno, salvaban los desniveles con traviesas de raíl que lucían su autenticidad, mostrando las heridas sin tapar de sus viejos anclajes. Los grupos de árboles se sucedían en una secuencia que los reagrupaba aleatoriamente. No sucedía lo mismo con las plantas que jugaban ordenadas en parcelas por especies, dibujando círculos y espirales que se perdían en grupos, sólo interrumpidos por las aceras de piedra.  En una perspectiva a ras de suelo se mezclaban orquídeas con jazmines, adelfas con hortensias y rosas con alegrías. El césped y la tierra, común denominador de tanto color, matizaban los encuentros como si del espacio escénico de un teatro se tratase. Alex y Silvia lo frecuentaban a

Este jueves paseamos por el Jardín...

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C a r m en A n d u j ar M o n t s e rr a t S a l a J e s s y K an L e o n o r A z u l i a P o u r E l D e m iu r go C a r me n Ma g i a C a s s s N i n o O r t ea T r a c y J o s é V ic en t e F a b iá n L a o M ó n i c a M a x E s t r el l a C h a r o C o r t és E d u a r do R o s a A l f re d o

Este jueves, relato. Convocatoria para el 9/4/2015: El Jardín

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Nuestro Jardín es un cielo abierto. No hay muros que delimiten sus colores, ni cubiertas que blinden sus olores. Nuestro Jardín es un encuentro de letras. Letras que vienen del Sur y van al Norte. Letras que nacieron en el Este y reposaran inalterables en el Oeste. Este Jueves El Jardín tiene una fuerte presencia en nuestro Grupo. Será testigo de excepción del Encuentro Juevero 2015 en Aranjuez. Todos los que lo paseemos en la proximidad o en la distancia formamos parte de él, y para todos, un ramillete de:  Regalices, Acacias, Jacarandas, Rosas, Nardos,  Violetas, Madreselvas, Lavandas, Campanillas... Tema de la convocatoria: El Jardín Como siempre recordar las normas: no más de trescientas cincuenta palabras. Subir el relato a partir del miércoles noche y comunicar vuestra publicación al Blog convocante, para que desde él se enlacen todos los participantes.

Este jueves, relato. Emociones y onomatopeyas

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¡Rinnnnnnng!¡Rinnnnnnng!¡Rinnnnnnng!  El teléfono sonaba una y otra vez, y una y otra vez, me resistía a descolgarlo; hacerlo, suponía enfrentarme a una dura realidad, para la que en en ese momento no estaba preparado. Como un niño grité al vacío, tapándome los oidos intentando esconder su sonido: ¡Eeeeeeeeea! Eeeeeeeea!¡Eeeeeeeea! No me podía engañar de forma tan tonta. Si no la quería atender, no la atendía, y en paz. ¡Piiiiii!¡Piiiiii!¡Piiiiii! La cafetera me avisó que su contenido estaba a punto; sin embargo, en ese momento ya no me apetecía el café. Ni el café, ni ninguna otra cosa. ¡DingDong!¡DingDong!¡DingDong! Sonó el timbre de la puerta. No podía dejar de abrir, en algún momento del día, mi suerte podía cambiar. Era ella. No sé cómo lo hizo. Cómo pudo llegar desde su casa a la mía en tan poco tiempo. No vi cómo levantaba su mano, y... ¡Plas!¡Plas!¡Plas! Más emociones con sus ruidos en el Balcón de Casss.

Palabra 13 de 53: Olvido.

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¿Y tú, quién eres? Papá, soy yo... tu hijo. Siguiendo una idea de Sindel

Este jueves, relato: La ventana de la vida.

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A las 6 de la mañana, cada día, el campo abre sus puertas y los hombres y mujeres de la casa , fieles a sus tareas de temporada reparten los quehaceres al abrigo del amanecer.  La demanda del valle es amplia y también su oferta. Adela es la primera en levantarse. Es la capitana de un ejército ovino, rebaño taciturno y disciplinado como pocos. Pasa revista desde la ventana que da al prado. Las ovejas y carneros en numero de 110 en total, son el futuro de la familia; su piel, lana, carne y leche pagarán los estudios de los pequeños y la tranquilidad de los mayores. Desayuna sola. Mira de nuevo a través de esa pantalla multicolor llena de animalitos de dibujos animados. Prepara la leña y calienta los fogones. El aceite de la sartén chisporrotea al tiempo que distribuye en el banco los enseres del desayuno, los huevos, el pan tostado, la mermelada y la leche fresca de hace unos minutos. Abre la puerta de la cocina que da al valle y en silencio, consigue movilizar 110 soldad

Este jueves, relato: Miradas

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Mi mirada se fija en el cristal y su imagen se dibuja frente a mis ojos. Es nítido su contorno, y su inexistente volumen acentúa un falso gesto en dos dimensiones. Pura fachada. Un mar de dudas. Un valle de desconciertos. Es la misma de siempre. Pero... ¿Qué sé de él? Siempre me confunde, me seduce con sus frescas facciones oliendo a temprana ducha de agua fría. Quiero acercarme a él, y él se deja lo que se deja, todo y nada. Quiero conocerle mejor, y él me enseña solo mi cara, lo demás no existe. Imploro, ruego, demando, suplico y mi seriedad se ve amenazada por una cruel e irónica risotada y, a continuación... me da la espalda. Mañana de nuevo, frente al espejo, me pediré  explicaciones, una vez más mientras esté delante: -Por favor desnuda tu alma ¡Quiero conocerte! Más miradas con matices diferentes en su Blog  

Palabra 11 de 53: Mujer

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Cristo hizo la Última Cena para trece hombres. Lo que la historia sagrada no cuenta es: cómo se llamaban las mujeres que se quedaron a recoger y fregar. Mucho ha llovido desde entonces y me temo que ni en la sagrada, ni en la atea las cosas han cambiado demasiado.               Siguiendo una idea de Sindel  

Este jueves, relato. Título sorpresa: "La silla va de viaje".

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   Es la pequeña y es su primer viaje. Yo, su madre, la mecedora, no lo tengo nada claro. Pero su padre, el sillón, dice que ya es mayor, que tiene que espabilar y ver mundo.   Parece que fue ayer cuando Tomás, el carpintero de cabecera me dijo: María vas a tener una silla, y recién nacida ya olía a roble fresco. De niña sentía la emoción de los primeros descubrimientos. Aquel culito blanco que la acariciaba, escurriendo las tiernas nalgas sobre su resbaladizo cuerpo, hasta que alguien decidió que había que tapizar el asiento con loneta de colores. Aquella base que iba creciendo en altura, con almohadones superpuestos, tal y como se hacía mayor Carmencin.    Siempre fue transparente. Su mirada limpia a través de los barrotes torneados encontraba el límite en la prolongación hacia el suelo de las cuatro patas sobre las que se sostenía.    Hoy, unos barnizados después, se va de viaje al bosque de la vida. Paseará entre robles nobles, hayas en sayas, pinos pintureros, y tomará

Palabar 10 de 53: Secreto

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Que te quiero, es un secreto a voces Siguiendo una idea de Sindel

Este jueves, relato: Una canción, un recuerdo.

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        Me señalé haciendo el pino. Mi agilidad para mantenerme perpendicular al suelo no era ningún mérito, tenía la edad y la motivación necesaria para extenderme en piruetas que llamaran su atención.     En el país de los ciegos el tuerto era el rey. Y yo, en aquel pueblecito de la Mancha era un Quijote entre tanto Sancho. Sólo se trataba de figurar, de atraer, de seducir, en definitiva de presumir de lo que no era, pero parecía que era. Un chico de capital, con vaqueros de marca, un reloj de pulsera y un diminuto transistor a pilas.  Algo impensable a principios de los sesenta para aquellos niños de pantalones de pana con culeras, alpargatas de esparto y pelo al cero.     La culpa era de Rufina la hija del panadero, los ojos más grandes y bonitos de la plaza, que con sus largas trenzas y su rojiza piel llena de pecas, arrancaba deseos en el baile al run run de la canción del Dúo Dinámico. Fue nuestro primer beso, pero demasiado tarde para regalarnos el segundo. Estas cos

Este jueves, relato: Argumentos Oníricos.

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   Dormido, me deslizo hacia un lateral de la cama, y apoyando los pies en el tibio parquet me incorporo lentamente. Me adivino paseándome en la penumbra que cubre el recorrido hasta el balcón. Mi primera visión se detiene ante un espantapájaros, vestido con mi ropa de ayer. Lo intuyo en la oscuridad de la habitación, acaricio sus hombros que reflejan las luces que se cuelan desde el exterior. Erecto, suficiente, ordenado, arriba esto y debajo lo otro.     El extraño maniquí, al que siempre le ha faltado el sombrero de paja, me saluda ausente, descabezado, parco en palabras. Lo suyo no es la interlocución. Solamente una vez, en un alarde de locuacidad me confesó que su fuerte era vigilar mi sueño, testigo del paseo de mi alma hacia el balcón.       El objeto no tenía nombre, en el onírico mundo de mi inexistencia no hacía falta, sólo vigilaba. Su sexto sentido era suficiente para identificar y señalar cada uno de los misterios de aquel rosario en blanco y negro que guiaba m

Este jueves, relato: La Máquina del Tiempo.

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Mi vida está dividida en cuatro cuartos. Los tres primeros ya están consumidos; el cuarto, como lo fueron todos antes de suceder es una incógnita. Estos cuatro cuartos son exactos, cada uno de ellos comprende 22 años. Mi ocupación en estos meses es viajar a los tres primeros -pasado-,  y al cuarto -futuro- con mi peculiar transportador de materia. Hace unos meses regresé del final del primero. Me vi con uniforme, sin galones, el pelo al cero, -casi como ahora- fumador empedernido de glorias benditas al alucinante ritmo de los Pink Floyd. Irresponsable, sabelotodo y torpe.  Semanas atrás la máquina me llevó a mediados de la segunda etapa. Mi pelo había crecido. Comprometido con las causas perdidas y rey de la oscuridad en una noche que dominaban los grises. Errando en lo esencial y engañándome en los detalles.             Ayer me desintegré en el tiempo y arañé unos minutos de la tercera etapa, esa que ya dibujaba en color, pero a la que necesito retrotraerme para olerla, toc

Este jueves, relato: Compartiendo el final.

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Este jueves la propuesta viene de la mano de Lucía . Ella nos da el final del relato (entrecomillado en rojo) y nosotros ponemos lo que precede. Le dijo que lo de ellos no podía continuar. Esa decisión, sólo añadió algo de drama a su corazón quinceañero recién estrenado en el ejercicio de amar. La sombra de sus ojos delataba una triste oscuridad seguida de unas lágrimas que no merecía. Era diecisiete años más joven que él.  Un aventajado loco, experto en fabricar y romper sentimientos de cristal. Su dedo acusador le señalaba como el inconsciente instigador de esa engañosa locura de la que se sentía víctima. Alejandro provocó su ansiedad, sus dudas, y también el fin de aquel laberinto de deseos gastados que brillaban cuando lo veía. Guardaba aquel anillo de papel que arrancó de un tirón, ya no significaba nada para ella, en el suelo seguiría siendo sólo la vitola de un apestoso habano. El viento le acarició de costado, y sin llorar decidió alejarse de él. Todavía hoy oye e

Este jueves, relato: El caso Nisman

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Querida Cristina: No sabes cómo te entiendo. Es injusta la gratuidad con la que se nos carga de un lastre inmerecido las alforjas de nuestro destino.  Nosotros que lo abandonamos todo a cambio de nada. Nuestros mejores años quedan perdidos inmersos en un sueño que la mayoría de nuestros beneficiados súbditos no entiende. Nuestro tiempo lejos de la familia, la frialdad de nuestras horas muertas y la renuncia a los más que merecidos entretenimientos. Por no hablar de la sacrificada pero necesaria escasa remuneración. Somos frágiles chivos expiatorios. Como pasa con los niños, siempre es bueno que haya un cándido responsable para vaciar sobre sus cansadas espaldas toda la mierda que una minoría radical y bolivariana se le antoja descargar. Sin embargo sólo unos canallas podrían considerar como signo de progreso, que unos absurdos chismes sean reflejo de la auténtica verdad. Así pues, envidiada Cristina ¡Se fuerte! y ¡Aguanta! que eso es ruido para unos días pero silencio par

Palabra 5 de 53: Alma

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Alma, ¿Dónde estás, que no te veo? (Foto de Iban Ramón)

Cierre de convocatoria. Este jueves, relato.

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Con unos minutos ya vencido el sábado, damos por cerrada esta convocatoria. Un jueves más con el lápiz y la imaginación  a cuestas. En este hemos puesto a prueba nuestra capacidad para llorar y hacer llorar. Textos emocionantes, tiernos, íntimos y personales. Con la sensibilidad como bandera hemos encogido corazones y revoloteado estómagos.  Paso el relevo a muestro querido Gustavo: El Dalí de los Jueves. Gracias a todos por vuestra participación y en especial a Casss, en lo que ya es habitual: el diseño y publicación de las imágenes de los enlaces, gracias amiga.