...Héroes de Cabecera (I) Eduardo Chillida

En un extremo de la bahía donostiarra, a los pies del Monte Igeldo , instaló en 1977 Eduardo Chillida su obra preferida, el Peine del Viento , con tres espectaculares piezas de acero aferradas a las rocas y rodeadas del mar, ejemplo único de armonía entre arte y paisaje. "El mar tiene que entrar en San Sebastián ya peinado" , bromeaba al contemplar cómo el viento sur levanta, ondula y riza la cresta espumosa de las olas que rompen impetuosas contra las rocas. Junto al anfiteatro sobre el mar, a una altura inferior, discurre la calle que conduce hacia el final del Paseo y que va descubriendo al paseante, primero, la escultura de la derecha; después, la del horizonte, y finalmente, el conjunto, una vez alcanzada la plaza de los chorros, que encauzan físicamente la presión salvaje de la marea. Y es que, de otra forma, sin respiraderos posibles, el mar, que asomaba esporádicamente por las vetas, amenazaba con deshacer la plataforma. He visto niños y adultos jugando, acariciand...