Este jueves, relato: Convocatoria. "Mis horas en la peluquería"
Don Ricardo no era santo de mi devoción. Imponía, tan enjuto, tan circunspecto, tan estirado él con su guardapolvo gris. Pero por más que me resistía no podía evitarlo. Los brazos fuertes de mi madre me arrastraban por toda la calle hasta ponerme delante de la puerta de la barbería. Una vez dentro la conversación se repetía una vez más: -¿Qué le hacemos al niño, Amparo? -Lo de siempre Ricardo… al cero, que vaya bien fresquito. Este jueves vamos a contar y cantar, si os parece, cómo es una jornada de peluquería. ¿De qué hablamos? ¿A quién ponemos de vuelta y media? ¿Qué ojeamos (porque de leer, nada) mientras nos llega el turno? ¿Qué pasa con ese insufrible dolor cuando nos hacen las cejas? ¿Nos dormimos mientras la rubia (o el "morenazo") nos lava la cabeza? Contar... contar, y no os importe pasaros, Tésalo está de viaje. Ya conocéis el funcionamiento. ¡Os espero! Aquí no hace falta pedir hora. P A r T I C I P a N T E s : G u s T a V o Y E