Tengo 9 hijos. Rubén es el mayor, se casó hace dos años, le veo poco, casi lo mismo que cuando estaba soltero, entonces al menos intercambiábamos algún “buenos días” al cruzarnos en el baño. Ahora en cambio, mi espuma y loción de afeitar, me duran una eternidad. Oscar tiene 22, todo un carácter, como su madre, y como su madre goza del privilegio del descaro, ya no le valen mis viejas batallas y para las nuevas, tengo que ponerme al día... no sé si merece la pena. Marta es la siguiente, vive con un poeta melenudo desde hace años, dice que no traerá a este asqueroso mundo ningún hijo, espero que no se le pase el arroz. Aunque yo creo que, es ese Bécquer de pacotilla el que no vale. Se cree única y original porque ha escrito un libro, como si no supiera que para mí, todos y cada uno mis hijos son un interminable libro de aventuras. Julia y Pilar, llegaron a la vez, gemelas para todo, el mismo estilo, las mismas ambiciones, los mismos errores, el doble de satisfacciones y el doble de disgu...