Este jueves, relato. Hablemos del Destino.
¿Qué es el Destino?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Qué es el Destino? ¿Y tú me lo preguntas? El destino… eres tú. En otro no creo. El Destino, no es ni más ni menos que el tino, (sin des) con el que se hacen las cosas. En mi caso, la excepción confirma la regla. Qué es sino esa circunstancia que padezco a diario, sin excepción, irremediablemente, cada día, da lo mismo la hora o el lugar. Hasta el punto de replantearme creencias y fabulaciones respecto a por qué sucede todo, generándome dudas existenciales que minan mis más rectas convicciones. A estas alturas estaréis preguntándoos, qué es eso tan transcendente que cada día, sin excepción tambalea mi fe en lo puramente circunstancial. Es muy sencillo, mi batalla con el autobús la tengo perdida: -¿Por qué siempre el que espero es el último en llegar, y no lo es en cambio cuando es otro el que necesito? -¿Por qué otras veces cuando lo veo llegar, tengo el semáforo en rojo (él en verde) y cuando c