Este jueves, relato: Cómo somos de solidarios los humanos.

Solidaridad es una palabra que se estaciona en nuestra boca y casi no nos cabe. Esculpe una pequeña esfera en la mejilla como cuando saboreamos un “chupa-chups” demasiado grande, y al igual que el dulce caramelo, la palabra, la llevamos de un lado a otro haciéndola bien notoria. Ninguno de nosotros somos dueños de alguna parcela de poder en este mundo, salvo de esa tan cercana como lo es el devenir de nuestra familia y por extensión el del vecindario más próximo. Tenemos que ser prácticos con nuestra solidaridad y transcender al menos en lo que alcanzan algunos de nuestros cinco sentidos. El barrio es un submundo lleno de estímulos a flor de piel, se podría decir que es un añadido al resto del universo con colores propios. Ambos parece que funcionan a pesar el uno del otro. Pero sólo es una apreciación, pues el Barrio es receptor directo de los accidentes universales, y no obstante la primera y única víctima de los personales. En el barrio, desarrollamos n...