Esta plaza ubicada en el barrio de Gracia de Barcelona es un lugar nostálgico en el que a uno le gustaría que todas sus ilusiones se cumplieran. Tal vez, para compensar los desdichados avatares de sus dos entrañables protagonistas, el Quimet y la Colometa.
Sabes, Alfredo, lo que mas me asusta es que a pesar de todas las movilizaciones que se hagan, no aprendemos, y en la próxima ocasión que estemos delante de una urna haremos lo de siempre, seguiremos creyendo en promesas menos creíbles que el Ratoncito Perez. Cuan verdad aquello de que cada pueblo tiene el gobierno que se merece. Un abrazo
Precisamente porque no basta con la urna cada cuatro años, momento en el cual creo sinceramente que escogemos no lo mejor sino lo que consideramos menos malo, tenemos que aprender que ejercer la ciudadanía responsable no debe de ser un acto cuatrienal aislado sino que ha de ser una actitud constante de presionar y reclamar a los politicos que cumplan con aquello que prometen y que de verdad peleen por procurar un mundo mejor para todos, no para unos pocos que además siempre son los mismos. La política ha de convertirse en algo de todos, sin excepción. Un abrazo.
Si no ahora ¿cuando?
ResponderEliminarUn abrazo.
Sabes, Alfredo, lo que mas me asusta es que a pesar de todas las movilizaciones que se hagan, no aprendemos, y en la próxima ocasión que estemos delante de una urna haremos lo de siempre, seguiremos creyendo en promesas menos creíbles que el Ratoncito Perez.
ResponderEliminarCuan verdad aquello de que cada pueblo tiene el gobierno que se merece.
Un abrazo
Quietos parados no se avanza nada, ¿esperar a votar de nuevo para merecernos otros canallas? Es el momento desde luego. Abrazos y besitos.
ResponderEliminarPrecisamente porque no basta con la urna cada cuatro años, momento en el cual creo sinceramente que escogemos no lo mejor sino lo que consideramos menos malo, tenemos que aprender que ejercer la ciudadanía responsable no debe de ser un acto cuatrienal aislado sino que ha de ser una actitud constante de presionar y reclamar a los politicos que cumplan con aquello que prometen y que de verdad peleen por procurar un mundo mejor para todos, no para unos pocos que además siempre son los mismos. La política ha de convertirse en algo de todos, sin excepción.
ResponderEliminarUn abrazo.