Este jueves, relato. Un segundo de eternidad.
Puccini, fue un grandísimo libertino, mujeriego, infiel, dandi
presumido y derrochador, irritable hipócrita, asesino de patos, conductor
suicida, bebedor compulsivo y depresivo.
Al final, el tabaco y la vida le pasaron factura y un cáncer de
garganta se lo llevó a los infiernos… o tal vez no!
Pero… y su Obra? Qué hay de especial en su música? Por qué me hace
llorar? Por qué me hace gritar enamorado el nombre de sus heroínas? Por qué me emocionan sus mágicas melodías? Por qué me
transporta en un primer compás desde el más incómodo desasosiego a la más
absoluta paz?
Puede mi adulto corazón, resistir toda esa belleza, sin romper en
un inevitable llanto por tanta felicidad?
Y todo eso… ¡en un segundo!
Más segundos eternos en el Reloj virtual de Cecy
Consecuencia natural de resultar guapo y artista creativo, se compararía con la media e inevitablemente pasaría lo que pasó, algo tan terriblemente humano. Su música quizás fuera la plasmación oculta de sus aspiraciones más ambiciosas. Sus minutos de gloria, quizás durante la composición. Bss.
ResponderEliminarPues tendrás que hacer lo que hacemos los demás cuando encontramos algo que nos transporta al séptimo cielo.
ResponderEliminarPero que segundo!!! Alfredo. La grandeza de los genios.
ResponderEliminarMe voy a escucharlo, me entraron ganas.
Un abrazo.
Ahí queda su enorme sensibilidad, su grandioso trabajo. ¿Quienes somos para enjuiciar su vida?. Sencillamente disfrutemos su música.
ResponderEliminarUn beso.
Es qué: Giacomo era mucho Giacomo...!.In rrepetible.
ResponderEliminarUn saludo
Hay que separar al artista, como persona de su obra. Un abrazo.
ResponderEliminarAsesino de patos, me mato. :)
ResponderEliminarHay artistas, grandes artistas que nos hacen, llorar, vibrar, emocionar y hasta reír a carcajadas. Y si uno conoce un poco mas allá de su obra, puede darse de bruces con otra realidad. Mejor no indagar tras una obra o si?
Eso, que vamos hacer????
Gracias Maestro por acompañarme en estos segundos eternos, con grandes artistas que nos hacen también patalear.
Un abrazo :)
A veces tan solo un segundo es una eternidad, realmente la vida misma
ResponderEliminarEn realidad, gran parte de esas caracteristicas son elogiables. Y si además, dejo música que emociona, se merece el paraiso sin duda. Tal vez, ahí siga teniendo gran parte de esas caracteristicas.
ResponderEliminara veces no importa lo que uno fue sino lo que dejó para los demás... bueno... por lo menos en este caso D: excelente relato! un abrazo!
ResponderEliminarHummm.... sentimientos encontrados en un instante. Creo que puede más la belleza de las composiciones que el libertinaje del autor.
ResponderEliminarBss.
Muy bueno !!
ResponderEliminarPersonajes incomprendidos, personajes aberrantes pero que en cierto punto logran crean segundos que nos hacen vibrar del goce.
Besos
Qué hacer, no? Ese es el poder de los grandes (al menos los grandes creadores, porque por lo que planteas, como hombre fue todo un ejemplo! jaja!) y seguramente, todas esas características de su personalidad, fueron el condimento para una obra tan impresionante que lo hizo eterno. Yo creo Alfredo, que seguir escuchándolo y emocionándote... no te quedan muchas otras alternativas... cuando alguien nos llega al alma con su arte, ahí se queda.
ResponderEliminarBesos y buen jueves!
Gaby*
Hay cosas que llegan muy adentro y no se entiende el por qué; pero es así, sobre todo la música, y aunque el autor fuera de una u otra manera su música emociona porque es un artista y ya está.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Alfredo,
ResponderEliminarYo también tuve problemas ayer con el comentario. Por eso lo intento ahora nuevamente y espro que de manera definitiva.
Tu relato, brillante, como siempre.
Realmente me sorprendiño y gustó enomemente que fijara tu atención en la música. Y sí, tienes razón, hay arias como la de Mme Butterfly cantada por callas o E lucevan le stelle cantada por cualquier buen tenor, Pavarotti uno de los mejores, que siempre, inexorablemente ponen la piel de gallina y provocan un escalofrío que recorre el cuerpo.
Segundo o segundos realmente mágicos que se vuelven efectivamente eternos...
Diste pues en el clavo.
Como mandate el relato en plan early bird , lo leí, y cuando me puse a escribir el mío me salió referirme también yo a la música. Me impondré no leer nada . ningún relato hasta que haya escrito el mío ... para que no me condicione en absoluto las neuronas ;-9 ni aún en positivo como me pasó con tu relato.
Felicidades de verdad.
Un abrazo
Sani
La genialidad de su arte convierte en nimias y carentes de importancia el resto de posibles imperfecciones. Tal vez su música sea un fiel reflejo de esa vida siempre llevada al límite, siempre fuera de lo socialmente aceptado como "normal", de ahí su belleza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nos quedamos con la genialidad...lo demás la excentricidad de los genios no?
ResponderEliminarMuy bueno tu relato.
Un beso!
Un segundo da para mucho si se aprovecha bien y si encima se tiene talento lo disfrutamos los otros.
ResponderEliminarUna milésima de segundo bien aprovechada Alfredo. Un abrazo!
A este genio hasta se le perdonan sus excentricidades... todo sea por elevarnos a una rara dimension cuando escuchamos su obra. Segundo de eternidad, que si es compartido, mucho mejor.
ResponderEliminarUn beso
Solo se puede sentir el legado tan bello que nos dejó... ¿ Su vida? Quizá mataba sus demonios con un grado de sufrimiento elevado...y asi transpaso la frontera de lo corriente, para convertirse en genio.
ResponderEliminarPrecioso tu jueves.
Besos Alfredo
Yo creo que tenes que seguir disfrutando de esas cosas maravillosas que nos dejó y transportarnos en ese segundo mágico a la eternidad de su arte. Lo demás no creo que nos opaque ese momento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que relativo es el tiempo, ¿verdad? ese segundo de Puccini puede ser mas efectivo que 2 horas de algunas otras músicas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Nos dejó momentos de gloria de los que podemos disfrutar hoy, ahora, pero tu le has dado unos magníficos segundos de gloria en tus palabras.Un beso grande amigo.
ResponderEliminarSomo afortunados de que en el mundo haya genios como este. Tu relato impecable y vibrante.
ResponderEliminarUn beso
te lo he dicho y...
ResponderEliminarbah, no pienso repetirme...
escueto, al grano, con historia, chalando con...el jacomo y con vos mismo,pocas palabras y dichas infinidad de cosas...al grano...UN TEXTO PREÑADO DE TERNIDAD, si me permites el juego....
medio beso, alfredo.
Por un segundo... qué no se da por un segundo!!! (Y además se llega a saber muy poco en ese segundo, lo que puede ser un ventaja :)
ResponderEliminarTus letras se derriten una vez más ante la genialidad de Puccini. Su vida, quedó atrás así como quienes la habrán sufrido. A nosotros nos tocó lo mejor.
un fuerte abrazo
què genialmente pintas esa contradicciòn entre el artista y su arte, Alfredo!
ResponderEliminarme lo he leìdo en un precioso instante!
Los genios suelen tener un carácter complicado, supongo que lo uno debe implicar lo otro.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.