Este jueves, relato: Compartiendo el final.



Este jueves la propuesta viene de la mano de Lucía. Ella nos da el final del relato (entrecomillado en rojo) y nosotros ponemos lo que precede.

Le dijo que lo de ellos no podía continuar. Esa decisión, sólo añadió algo de drama a su corazón quinceañero recién estrenado en el ejercicio de amar. La sombra de sus ojos delataba una triste oscuridad seguida de unas lágrimas que no merecía. Era diecisiete años más joven que él. 
Un aventajado loco, experto en fabricar y romper sentimientos de cristal. Su dedo acusador le señalaba como el inconsciente instigador de esa engañosa locura de la que se sentía víctima. Alejandro provocó su ansiedad, sus dudas, y también el fin de aquel laberinto de deseos gastados que brillaban cuando lo veía. Guardaba aquel anillo de papel que arrancó de un tirón, ya no significaba nada para ella, en el suelo seguiría siendo sólo la vitola de un apestoso habano.
El viento le acarició de costado, y sin llorar decidió alejarse de él. Todavía hoy oye en la distancia esa excusa disfrazada de un adiós para siempre:
-Si tanto te gusta el arte deberías vivir en Ámsterdam, allí me olvidarás pronto.
"Siete meses después de aquél día imborrable le envió un telegrama: Alejandro, vivo en Holanda, trabajo en un local donde exponen sus obras todo tipo de artistas noveles. Estoy aprendiendo mucho y soy feliz"

Comentarios

  1. Una historia interesante por la forma y el contenido del texto, para llegar a su final:al final le puso la tapa a ese "rompedor" de sentimientos (en general, pienso yo, no solo los de cristal...). Recuerdo la frase "lo que no mata, fortalece" y sin duda, esta muchachita se fortaleció. Disfruté leyendote y viendo lo bien que resolviste el desafío.
    besos

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  2. Admiro la decisión de aceptar la propuesta de Lucía. Y admiro más la brillante resolución que le has dado al reto. A pesar de su juventud, la muchacha supo aceptar que el amor que le había ofrecido era tan baratija como el anillo - vitola regalado.
    Un abrazo.

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  3. Con cinismo, le fue sincero, dandole un consejo, que la llevó a ser feliz. Toda una paradoja.

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  4. Un consejo que lanzó a la cara de la chica para silenciar su conciencia. ¡ Bravo por ella ! Que supo darle la vuelta a la situación y luchar por su futuro. Me ha gustado tu jueves.
    Gracias por participar, y no olvides pasar a recoger el pequeño recuerdo con tu nombre que tienes en mi blog.
    Besos amigo.

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  5. Ese primer amor es difícil de olvidar; pero como dice él, es joven y lo superará.
    Bonita historia.
    Un abrazo

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  6. Lo bueno que tienen los amores de juventud es que tienes toda una vida por delante para olvidarlos y muchas oportunidades. Sin duda la protagonista de tu historia sufrió mucho pero supo avanzar y dejar atrás un amor que no la merecía. Muy bien contada como siempre!
    Por cierto,me encanta la foto que has puesto con el detalle de la foto de Lucía!
    Un abrazo

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  7. Me gusta las imagenes que creas, ese anillo de papel, vítola de un puro, lo vi dorado roto y en el suelo, y me gusta como has ido llevandonos de la mano hasta el final pactado. Aqui tambien se respira el desamor.
    Besos.

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  8. La fuerza del primer amor y un anillo de papel.
    Un abrazo.

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  9. Mucho detrás de esta historia. Entiendo la ruptura de la inocencia de la chica y su fortalecimiento. Me ha ecantado.
    Abrazos.

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  10. Ese primer amor que nunca se olvida, le vino bien para cambiar de aires y conseguir dedicarse a aquello que le gustaba. Como dice el refrán "lo malo para algo es bueno"

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  11. Excelente relato Alfredo... pero el recorrido que tomaste para arribar al final pactado, me encantó!
    A no subestimar a una joven enamorada, podría terminar dando una enseñanza inesperada.
    Besos!
    Gaby*

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  12. Alfredo he eliminado el anterior porque había puesto un acento incorrectamente y me molestaba la vista. Te decía que me encanta tu estilo y que esas historias de amores primeros son intensas y las rupturas dolorosas pero las penas en esa época pasan pronto.

    Un beso.

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  13. El primer amor nunca debería de ser tan desigual. Tan gran diferencia generacional tiene que hacer daño necesariamente. No es una bonita forma de despertar al amor. De la mano nos has conducido hacia el final propuesto por Lucía salpimentando tu relato con detalles geniales. Me ha encantado, Alfredo.
    Un fuerte abrazo.

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