Esta plaza ubicada en el barrio de Gracia de Barcelona es un lugar nostálgico en el que a uno le gustaría que todas sus ilusiones se cumplieran. Tal vez, para compensar los desdichados avatares de sus dos entrañables protagonistas, el Quimet y la Colometa.
Tremendo! Me impactó!
ResponderEliminarEsos olvidos que nos tiene preparada la vida a algunos, y que tan difíciles son de llevar.
Un beso.
Triste; pero real, de lo más real por desgracia.
ResponderEliminarUn abrazo
Que dificil es enfrentarse a esos instantes en que por diversas circunstancias quien es parte de ti ya no te reconoce.
ResponderEliminarBesos
Un simple diálogo y una realidad aplastante.
ResponderEliminarBesos Alfredo, y muy buena semana!
Gaby*
Muy real, quizás por eso impacta tanto
ResponderEliminarAbrazos
Nada que decir, sin saberlo nos pusimos de acuerdo.
ResponderEliminarSaludos.
Una realidad muy dura. Un abrazo
ResponderEliminarCuánto contenido en esas poquitas palabras, y qué tristeza tan enorme...
ResponderEliminarCreo que es la enfermedad más dura, el alzheimer.
Muchos besos
¡Qué doloroso!
ResponderEliminarTe felicito por la contundencia del relato, acentuada por el magistral recurso de utilizar las mínimas palabras.
Un abrazo
El olvido logro su cometido y tus letras su significado, un placer leerte.
ResponderEliminarUn saludo Marta
Desgraciadamente no hace falta, decir más. El olvido es su drama.
ResponderEliminarGenial esta participación. Saludos.
Madre mía! Es realmente sobrecogedor...y tan real...Da miedo!
ResponderEliminarUn beso
Los dos hemos escrito sobre lo mismo, ¡qué pena!
ResponderEliminar