Este jueves, relato: El caso Nisman
Querida Cristina:
No sabes cómo te entiendo. Es injusta la gratuidad
con la que se nos carga de un lastre inmerecido las alforjas de nuestro destino. Nosotros que
lo abandonamos todo a cambio de nada.
Nuestros mejores años quedan perdidos inmersos
en un sueño que la mayoría de nuestros beneficiados súbditos no entiende. Nuestro
tiempo lejos de la familia, la frialdad de nuestras horas muertas y la renuncia
a los más que merecidos entretenimientos. Por no hablar de la sacrificada pero
necesaria escasa remuneración.
Somos frágiles chivos expiatorios. Como pasa
con los niños, siempre es bueno que haya un cándido responsable para vaciar
sobre sus cansadas espaldas toda la mierda que una minoría radical y
bolivariana se le antoja descargar. Sin embargo sólo unos canallas podrían
considerar como signo de progreso, que unos absurdos chismes sean reflejo de la
auténtica verdad.
Así pues, envidiada Cristina ¡Se fuerte! y
¡Aguanta! que eso es ruido para unos días pero silencio para siempre.
Siempre tuyo, Mariano.
Jajajajaja ¡eres genial!, aunque creo que ya te lo había dicho.
ResponderEliminarjeje... la impunidad los cría y ellos se juntan!
ResponderEliminar=)
Una estupenda carta para que sepamos el cinismo con que se maneja el mundo.
ResponderEliminarUn abrazo
Me descubro ante usted D. Alfredo. Hay que ser muy irresponsables para pedir explicaciones a estos próceres que tanto despego sienten por las cosas mundanas y tanto miran por nuestra felicidad.
ResponderEliminarEsa carta nos pone en el sitio que nos corresponde a los súbditos, que osamos pedir responsabilidades a los que siempre están en posesión de la verdad, diga lo que diga la justicia o el mero sentido común.
Un abrazo.
Creo que has ido un paso por delante de mí, porque según analizaba los hechos, en cada juicio que hacía del gobierno argentino encontraba una semejanza con el español. Y es que los pardillos les votan y ellos se ejuntan o viceversa.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Esta carta si que da fuerzas! igual la mandataria cuando se enoja frente a las críticas afirma que no la merecemos (dicho por fuentes cercanas)
ResponderEliminarDisfruto con la lectura de estas letras tuyas Alfredo, te mando un gran abrazo
que atento sos, marianín...seré fuerte, como tu amigo Luis! ... Cuantas cosas en común, incluso el tinte de pelo...
ResponderEliminarTracy está recomendando esta carta, me dejaste muda, y helada. Yo que vos, le mando esta carta a C. por Facebook, y espera su respuesta, que a lo mejor la publica.
ResponderEliminarsaludos
La soledad del poder. Es que son unos incomprendidos. Todo el esfuerzo que hacen en pro de la sociedad en su conjunto y no sabemos valorarlo lo más mínimo. ¡Que buenos son nuestros gobernantes que nos llevan de la manita y nos tienen siempre situados en el sitio que nos merecemos!. Siempre proporcionándonos pan y circo, bueno no, que últimamente el pan escasea, posiblemente porque hayamos sido malos con ellos.
ResponderEliminarGenial entrada, Alfredo.
Ese sé fuerte es ... letal.
ResponderEliminarTienes un magnífico blog y he llegado hasta aquí, gracias a Tracy.
Saludos.
Toda una declaración de intenciones...jugar con la memoria o la desmemoria de la gente...real como la vida mismo y como la muerte Nisman
ResponderEliminarToda una declaración de intenciones...jugar con la memoria o la desmemoria de la gente...real como la vida mismo y como la muerte Nisman
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