Este jueves, relato: Señales mal entendidas.
Señales mal entendidas.
¡Me guiñó un ojo, el
izquierdo!
Había soñado y habría pagado
por ello; por eso necesité morderme la lengua para confirmar una realidad que
podría no serlo. Pero, era el izquierdo. ¿Tendría algún significado ese
aparente e insignificante detalle? ¿Encerraría algún mensaje cifrado el hecho
de que fuese ese y no el derecho? ¿Estaríamos hablando de amistad o, tal vez,
de sexo? ¿Sería suficiente un mordisco en la lengua o quizás debería probar con
el fuego de una cerilla en la palma de la mano?
Superada la excitante,
pero suicida, por exagerada, consecuencia de aquel gesto empecé a plantearme
diversas opciones que allanasen tal cuestión: ¿Algún hecho olvidado que
justificase ese detalle? ¿Un comportamiento perdido en el tiempo que no
recordase? ¿Un atractivo manifiesto que hasta ese momento hubiese permanecido
oculto?
Por qué el guiño y por qué
el izquierdo cuando hasta ese momento, Anna, ni me había dirigido la palabra ni
me había sonreído ni había rozado mis manos dando muestras de una ardor
escondido ni tan siquiera me regalaba una mirada de displicencia.
Miré, por si acaso, a mí
alrededor, delante y atrás, arriba y abajo, pero no había nadie en unos metros
a la redonda; era indudable, ese guiño con el ojo izquierdo era exclusivamente
para mí… y me preparé para las agradables y apasionantes consecuencias. Anna, no
tardó en tomar la iniciativa y mirándome fijamente me dijo:
¡Joder, Pepito! No te
quedes ahí mirándome como un idiota y quítame esta brizna del ojo.
Más señales de estas en el blog de Dorotea
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ajajjaja, pobre pepito, de verás que crueldad de ella o mejor dicho las ganas del él de ver ese guiño como algo seductor ..Me gusto mucho ..Un abrazo .
ResponderEliminarjajaja al menos lo consideró para algo!
ResponderEliminar=D
Qué buen desenlace, si bien decepcionante, para un lío incipiente que podría haberte traído quebraderos de cabeza y una demanda de divorcio. Mejor así, jeje, gracias por participar y un abrazo
ResponderEliminar¡Aich, al menos Pepito la sintió muy cerca!
ResponderEliminarLo que soñamos, lo que pensamos... por lo servido.
Un beso.
Jajajajajaja Alfredo, piensa que si hubiese sido el derecho, el desenlace habría sido otro, seguro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenísimo...es la causa más común de la incomprensión, que no interpretamos bien las señales, que no estamos en el cerebro de los otros, y eso da lugar a estos y otros equívocos más grandes.
ResponderEliminarUn abrazo
Las cosas son más obvias de lo que a simple vista parece.
ResponderEliminarAnda que como de cualquier tontería somos capaces de entender tan bonitas historias y, realmente, son una absoluta tontería. Lo has descrito muy bien. Un abrazo, amigo.
ResponderEliminarMuy divertido, es que hay guiños y guiños, seguro :-)
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo
Creyó que era una seña pero era que tenía algo en el ojo. Frustrante.
ResponderEliminarBien contado.