Maldita Coca. (actualizado) Es Domingo, el silencio se dibuja en el aire. Las miradas, abatidas, se encuentran una y otra vez buscando una respuesta que no existe. La casa se inunda de vacíos, y estos se llenan de nada. La penumbra ayuda a mantener el sosiego, a recuperar la paz robada, la noche ha sido larga, cansada y los cuerpos se abandonan en cortos, pero reconfortantes duermevelas. Se confunden cansancio y esperanza, a golpes de segundos se disimula la tranquilidad, otro día más sin saber de Ella. Imaginamos el futuro que nos gustaría, y se borra en el aire. Ese futuro no tiene futuro, me escondo y la busco, la encuentro en sus imágenes, que son Ella, que tanto me quiere, y la quiero. Le hablo, me duermo hablándole, me duermo queriéndola. Dios, que largo Domingo… tanto amor, y no poder contra la Muerte. Más amores que matan, en el Balcón que da al Mar del Plata Foto de cabecera: Ibán Ramón