Este jueves, relato. Un regalo inspirador.
Cuatro fueron los muertos.
Cuatro los espíritus que siempre en aquella Noche de Reyes, se manifiestan a
través de las cuatro únicas farolas encendidas en el Boulevard.
Sucedió de madrugada, cuando
el día abre sus puertas y la noche se viste de pasado.
Cuatro disparos a la razón. Primero Elena, luego los dos niños... El ruido de una secuencia caprichosa y
equivocada.
Cuatro balas de las que sólo
una de ellas hizo justicia, pero desgraciadamente esta fue la última.
Veo que mi regalo te ha inspirado trágicamente, es lo que tiene la noche y esa luz que ilumina tenuemente el agua. Aquí se cruzan los sentidos.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola: Una inspiración que no parece un regalo, mas bien és una desgracia terrible.
ResponderEliminarSaludos muy cordiales
Vaya que esas cuatro luces cargan su historia... además de sus víctimas!
ResponderEliminarLa oscuridad parece guardar sus secretos, basta un poco de inspiración para recrearlos.
Gracias Alfredo por sumarte a la propuesta!
Besos!
Gaby*
Una tragedia "de película" es tu relato amigo Alfredo. Fue lo que sentí al leerte.
ResponderEliminarLeyéndote parecía que esa imagen no podría tener nada más que esas palabras para explicarlas.
ResponderEliminarLa imagen es inquietante, la historia es acorde-
ResponderEliminarFuerte relato, me dio tristeza leerlo. Una tragedia espantosa.
ResponderEliminarPero realmente le diste sentido a la imagen.
Un beso.
Podría haber empezado por el final...
ResponderEliminarLa imagen me sugiere la calma de la noche tras una ventana de una confortable casa, soledad, libro, chocolate caliente... Me gustó tu idea. Bravo.
Siempre he pensado que aquellos que deciden acabar con la vida de los demás y después con la suya propia, tendrían que invertir el orden. Serían más justos.
ResponderEliminarMe ha encantado lo que esas cuatro farolas encendidas, te han sugerido.
Un fuerte abrazo.
Desgraciadamente es tan real tu relato que casi cada día hay quien tiene la "genial" idea de quitar de en medio lo que le molesta, aunque sean las vidas que tendría que estar cuidando y amando. Después llega la cobardía del ultimo disparo..nunca comprenderé porque no aciertan. A no ser que se trate de no acertar.
ResponderEliminarGracias por sacar a la luz esta lacra tan tremenda amigo.
Besos
Efectivamente, debió ser la primera en hacer blanco...
ResponderEliminarUn abrazo
Alfredo, a la imagen de Carmen, inquietante, pastosa en tonos, le sacaste cuatro focos,fogonazos balas fieras. Y es que el horror no descansa ni en la noche de reyes magos. Ojalá todas hubieran sido balas perdidas, incluso la última, porque tu corto e intenso relato me ha dejado con la tristeza de descubrir, de nuevo, otra vez, la terrible desesperación y locura humana.
ResponderEliminarMi besito más cariñoso, el primero del año, Alfredo siempre detallista y amable.
Muy buen relato inspirado y una gran verdad, la ultima bala tenía que haber sido la primera. Un beso
ResponderEliminarTriste recuerdo el que alumbran esas cuatro luces. Lástima que por una bala justa, tres no lo fueron.
ResponderEliminarUn beso!
Tremenda historia y, como ya han comentado los compis, lástima que aquella bala no hubiera sido la primera!
ResponderEliminarUn beso!
Es un flash back, una imagen en palabras que te hace volver a la foto... a darle sentido a tu historia. Consigues el efecto, y me sumo a lo dicho, una sola bala en el silencio del paseo hubiera sido suficiente....
ResponderEliminarBesos!!
Me ha impactado tu relato! Has conseguido en pocas palabras contar una historia terrible a partir de una imagen en principio inofensiva, pero después de tu relato me parece que le viene como anillo al dedo!
ResponderEliminarEnhorabuena!
Un beso
La perversidad de los hechos,no hacen ninguna justicia aunque la ultima de en el blanco.
ResponderEliminarAbrazo maestro :)
Jamas me hubiese imaginado que una iamgen como esta inspirara semejante historia trágica! jejej...me has sorprendido!
ResponderEliminar=)
imagen!...quise poner imagen jeje
EliminarUn relato estremecedor, me hace imaginar la voz del narrador; llena de escepticismo profesional pero quebrada por la emoción en el final de la narración.
ResponderEliminarAbrazos.
La última sí que tendría que haber sido la primera, trágica historia para una imagén como distorsionada.
ResponderEliminarBravo.
Un beso.
Y vuelvo a mirar la imagen y vuelvo a leerte... me quedo en silencio. El último disparo se enciende para alumbrarme la rabia.
ResponderEliminarBesos
Con magia, destreza y sensibilidad, sacas de cuatro galeras una historia breve, intensa y conmovedora.
ResponderEliminarMis respetos, amigo!!
Besos