Este jueves, relato: Vida Insípida.
Eran el arquetipo de la
mediocridad compartida. Se conocieron en la Universidad. Médico él, médico
ella, jugaron a “papás y mamás” intensamente durante un año, y se sumergieron
en la más absoluta de la indiferencia durante el siguiente.
Esta relación duró
toda la vida, viviendo in crescendo diferentes grados de insipidez.
A ambos los resucitaron
terceros que llenaron sus vidas de emoción, y disimulaban anonadados en
presencia de la persona que inspirara su pasión durante un único y lejano año.
La sombra de sus cuerpos
seguía presente, anodina y oscura. Gris y desaparecida. Su corazón en cambio
volaba hasta el estremecimiento y sus ojos en claro contraste con la tristeza
de sus rostros, brillaban con la esperanza del infiel encuentro. Cada uno
desconocía el del otro y era preceptivo aparentar normalidad, renunciando a la
persona que inspiró su primeriza pasión y a la que ahora se condenaba
recíprocamente a una soportable vida insípida.
Todo es cuestión de actitud y de ver cómo exprimimos la naranja que nos tocó (o la media en el caso de las parejas jajaj)
ResponderEliminarTu tono melancólico me gusta en un día gris y de lluvia por aquí.
Muy buen aporte, lo que no es nuevo ni insípido.
besos
Me ha quedado ese sinsabor que tus personajes emanan. Es tan cierto que parejas así se mantienen unidas, pero lo que me cuesta comprender es el por qué.Cierto es que a pesar de la insipidez cotidiana que se entregan el uno al otro, hay un sumiso entendimiento y aceptación de las cosas que saben los salva. Muy bien narrado como siempre Alfredo!
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Hay gente rara! Lo que no
Que bien describes una situación demasiado común, fruto del conformismo, del miedo al qué dirán y de la comodidad de las partes para cambiar su situación. Muy bueno. Besote
ResponderEliminarComo decía el otro "cuando el aburrimiento se enseñorea del hogar", jejejeje
ResponderEliminarBueno, por lo que se ve, no estaban muy conformes y buscaron en otro lugar lo que no encontraban en éste; pero quizás en el fondo les gustaba esa vida.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay quien vive de las endorfinas de los primeros meses, y cuando bajan ya no saben ver nada más. Muy triste.
ResponderEliminarUn abrazo
Quién hoy en día no conoce a alguna pareja así.
ResponderEliminarPuesto que buscaron fuera lo que dentro no encontraban, ese antídoto contra la insipidez, eran conscientes de que su vida en común carecía de emoción, de alicientes, seguro que de amor, no sé si incluso de cariño, entonces..... la pregunta es obvia:¿porqué seguían juntos?. Sinceramente, no puedo entenderlo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Es triste que el amor se diluya como un azucarillo en café... luego la fuerza de la costumbre y que en algunos casos la sociedad puede con las ganas de realidad. Hay que ser más valiente la libertad siempre da vida... y quien sabe si con el tiempo, otro tipo de amor más cercano.
ResponderEliminarBesos!!
Ocurre tan a menudo en los matrimonios. que no entiendo como muchos pueden sobrellevar ese ritmo desfasado y aburrido dde vida... Pero es así. Tengo amigos que se casaron y viven así. tal vez por eso yo me separé.. o tal vez no...
ResponderEliminarUn placer visitarte.
Te sigo...
UN abrazo.
José.
Un aporte juevero de categoria: has sabido dotar el relato, por cierto nada isípido, de una realidad cruda, que se da en bastantes casos de parejas aparentemente "felices". Y sobretodo entre la gente de un cierto nivel.
ResponderEliminarMe ha encantado leerte, como siempre. Saludos.
Bueno! al menos ambos encontraron la fuente del brillo en los ojos, triste hubiera sido que no tuvieran jamas la posibilidad de ese escape, o injusto si solo lo disfrutara uno de ellos...el resto es una decisión, ¿por que la insipidez, que los paraliza? no sé, ¿quienes somos para señalar?
ResponderEliminarMuy bueno Alfredo, es un placer siempre leerte
Abrazo
Y ni siquiera las salidas extramatrimoniales los pueden sacar de esa insipidez.
ResponderEliminarY seguro que de cara a la galería son la pareja perfecta... Actores de primera en el teatro de la vida deseando que alguna vez el aplauso les derrumbe la rutina.
ResponderEliminarUn beso
Ah, si se supioera distinguir pasión y amor eterno ...
ResponderEliminarAbrazos.
Has descrito muy bien la situación en que viven más parejas de las que se piensa, deberían tener la valentía de dejar algo que se ha vuelto insípido para los dos, aunque si cada uno encuentra la sal de la vida por otro lado...
ResponderEliminarMe ha encantado.
Un beso y muchas gracias por tu felicitación de cumpleaños.
Una imagen descrita a la perfección, tanta que la hemos visionado. Al final cada cual busca su momento de felicidad, lo demás como dice Ceci ¿quien puede juzgar?.
ResponderEliminarBesos.
Una vida común sin sabores. No parece vida.
ResponderEliminarUn abrazo!