8 sentencias variadas y un perdón desesperado. Condeno, mi capacidad involuntaria para inventar que me ames y no controlarlo. “...Porque el negocio del amor, sólo lo es, si lo es para ambos, si no, es una estafa”. Absuelvo, mi inmerecido poder para provocar tus lágrimas y no saber contenerlas. “...Porque lo que yo sueño, es extraer tu sonrisa y contagiarme de ella”. Condeno, vestirme de galas que me vienen grandes y abochornan mi madurez. ”...Porque lo que necesito es desnudarme y avanzar hacia ti y contigo, hacer el camino más llano y recto posible. Absuelvo, mi intrusismo en el ejercicio del querer, para descubrir una dependencia que he disfrutado sin buscarla. ”...Porque el único disfrute es el de compartir el más íntimo de los afectos”. Condeno, decidir por ti, elegir por ti, sentenciar por ti. ”...Porque somos ambos, los que al tiempo elegimos y decidimos desde la más inconsciente de las complicidades. Condeno, llevar tal peso, que sin ser d