Este jueves, Divague.


Comentar o no comentar… esa es la cuestión.

Al leer el contenido de un Post, se producen diversas reacciones.
Algunas de ellas, son de aceptación natural por simple afinidad, coincidencia o complicidad.
Otras, de adhesión ante textos reivindicativos, que denuncian una situación nueva hasta ese momento, pero a los que te gustaría sumarte.
Las hay, más incómodas, que plantean ideas menos coincidentes y que provocan leves discrepancias.
Existen las de reacción eufórica, ante un escrito que consideramos excelente, indistintamente de cuál sea su contenido.
La mayoría de ellas pertenecen a un entorno o colectivo formado con el tiempo y al que se suman o restan componentes por su natural evolución.
En cualquier caso, la única opción que tenemos para exteriorizar nuestra reacción es comentar o no comentar.

Aun no siendo cierto, no comentar, presupone la inexistencia de nuestro paso por la casa ajena, demostrando con ello la falta de afinidad, coincidencia o interés respecto a la idea desarrollada en la página leída. Cuando la realidad es bien distinta, pues si como en la mayoría de los casos lees el post, circunstancias varias impiden que contestes a todas las lecturas. La prisa, la ausencia, la acumulación de lecturas, la obvia coincidencia, el desacuerdo diametral son algunas de ellas por las que mutilas una comunicación que se debería completar con el comentario correspondiente. 

Comentar,  por otra parte, supone dejar constancia de nuestro paso por ese Blog, al mismo tiempo que añades un texto por el que confiesas tu agrado o desagrado con el contenido del Post. En cualquier caso el comentario es amable y cortés, tanto que alguno podría estar tintado de un tono pastelón de sospechosa intención. Pero aún en esta circunstancia el monólogo se da por seguro ya que no es habitual utilizar los comentarios como espacios de foro de discusión.

Algunos blogs exhiben máximas que dicen: “Un blog se alimenta de tus comentarios” o “No pases, sin dejar tu huella” o “discrepa, aunque duela, pero discrepa”
Yo estoy seguro de que un simple “Pasé y te leí” no sería suficiente. El autor del post quiere reconocimiento, crítica, opinión, complicidad y si es posible incondicionalidad, cuantos más comentarios mejor, cuantos más seguidores mejor, lo cual es muy justo y respetable.

Lo cierto es que invariablemente se dan las dos circunstancias, por lo que la cuestión queda sin respuesta. Nunca sabremos porqué no nos comentan, ni tal vez tampoco, por qué no comentamos.


Comentarios

  1. Por supuesto dejo mi comentario y te aviso que estoy de acuerdo con lo que dices. Creo que un blog sin comentarios no es nada, es un monólogo exhibido pero no compartido. El comentario es vital para que l blog sobreviva. Un besote

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  2. Así es... es importante que comentemos y, como dices a veces las circunstancias mandan. Esta comunión en el blog está basada en el dar y recibir, no desde el punto de obligación sino de que lo que siembras... recoges no es una regla tácita pero suele ser así dentro de una rutina.
    Siempre hay que partir de la autocrítica para poder entender la complejidad del asunto de tu divague... estoy contigo.
    Un abrazo!

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  3. A las buenas casi comidas, Alfredo.

    Interesante divague el tuyo, sin duda. Desde mi perspectiva la cosa es muy sencilla: no hay como ser fiel a uno mismo, siempre; ser fiel a los propios principios, en la vida y aquí. Visto así, pues uno postea de acuerdo con su manera de ver las cosas (su Weltanschauung, como diría Wilhelm Dilthey) y ya luego, pues gusta o no gusta...pero no depende de él. Cierto que un blog implica la interacción (de lo contrario uno escribe en su disco duro), pero nunca hay que poner en función de la aceptación ajena lo que uno postea. Y todo esto, que de por sí ya es una obviedad, se torna un axioma con el paso de los años en la blogos.
    Y de forma natural a lo que decía siguen los comentarios: es preferible tener 2 comentarios sinceros que 50 ficcionados, es decir, simple acuse de paso por la página. El asunto abre un interesantísimo debate en grupos grandes como pueden serlo los jueves.

    Un abrazo

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  4. Yo comento cuando tengo algo que decir, cuando estoy de acuerdo en la mayor parte, parcialmente. O cuando no estoy de acuerdo, pero el planteo me parece interesante.
    Creo que uno de los objetivos de un blog es tener comentarios, es una muestra de que no se está pensando para la nada. Por eso de ser es ser percibido y los comentarios pueden aportan ideas.

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  5. Después de leer tu tesis doctoral sobre el comentar y no comentar, poco puedo añadir, por lo menos yo, que estoy de acuerdo contigo en lo que dices de principio a fin.
    Muchas veces es el tiempo el que manda y el que hace de la concisión una necesidad y no el querer decir con ella "he estado aquí"
    Los comentarios son necesarios para que la entrada quede redondeada y la mayoría de las veces se aprenden cosas, se adquieren direcciones de lugares que nos pueden interesar o simplemente se exponen otros puntos de vista, lo cual siempre es enriquecedor.
    Estoy con Valaf en lo de la sinceridad de los comentarios, pero creo que los que son ficción, ellos mismos tienden a esfumarse, porque no tienen "chicha" para ser tomados en cuenta.
    De cualquier forma yo valoro mucho el tiempo y siempre hay que agradecer al que te regala su comentario ya sea de una forma o de otra.
    Un abrazo.

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  6. Aqui jueveando y divagando contigo. Totalmente de acuerdo, no hay ni un pero que añadir. Las entradas no estan completas hasta ser comentadas, es mucho más enriquecedor. En cuanto al comentario pasteloso, bueno pues cada uno imagino que hace lo que puede, la cuestión es que reine la sinceridad a ser posible.
    Un abrazo.

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  7. Lindo tema has jueveado y divagado.
    Y me invita a dejar un comentario, y también opinión.

    Dejar un comentario o no dejarlo. Te cuento, trato de devolver todas las visitas que me hacen al blog, me parece una manera respetuosa de devolver la gentileza.
    Algunos blog, voy siempre, por afinidad, por los años, porque si, así de simple.
    Dejo comentario según lo que me parezca o me haya disparado el texto, hasta cuando algo no me guste, o me gusta demasiado. Leo siempre que voy. Y respetuosamente, también discrepo.
    Cuando un blog no me gusta, no voy. Así de simple.
    Hay épocas que no participo, porque por más que me guste como escribe mucha de las gentes (blogs) que leo, me canso, y no quiero que esto sea una obligación. Cuando así lo siento me voy. Y regreso cuando vuelvo a sentir ganas.
    No pienso que alguien no me comenta por algo en particular, puedo suponer, que no tiene ganas, no sabe que decir, o simplemente no le gusto. Y esta en todo su derecho. Y si tiene algo en particular, es su problema, no el mío. Además como dije antes, no es una obligación
    Ahora aquel que pasa con un discurso, que después lo encuentro como copia en otros muchos blog, me molesta, prefiero un te leí, a un choclo, de algo que nada tiene que ver con el tema.

    Bueno son algunas de las cosas, seguramente da para una charla variada de opiniones, tanto como los diferentes blog que hay y de sus escribientes.

    Un abrazo, Maestro. (Y Maestro no es una burla, va en serio) Aunque a veces no comente, simplemente.

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  8. Hola Alfredo, mi punto de vista es que si paso a leerte dejo mi opinión. No me gusta hacer críticas porque no tengo el nivel ni el derecho de criticar a nadie. Si no me gusta algo ni siquiera termino de leerlo, así que en ese caso no comento.
    Desde el otro lado, de autora de un blog, me gusta que me comenten para decir lo que sea, de las críticas aprendo mucho, de los comentarios bonitos tomo el cariño. Hay gente que nunca pasa, o que como nunca me comenta no tengo idea de si me lee o no. Respeto esa postura, uno no puede gustarle a todo el mundo, pero estaría bien que por un código de cortesía si yo paso a leer a alguien y le dejo un comentario, esa persona me lo devuelva, aunque sea para decirme que lo que hago no le gustó.
    También hay otras personas que pasan a dejarte un comentario y te enlazan su blog invitando a que los visites, por respeto al tiempo que se tomó en visitarme le devuelvo la visita.
    Bueno es un tema para hablar mucho, todos podemos tener nuestra propia manera de manejarnos en este mundo, yo tengo la mía que es la de respetar, leerlos, y disfrutar de todos ustedes, la gente que sigo porque me encanta tenerlos siempre presentes.
    Un abrazo enorme.

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  9. Muy buena divagación con la que estoy completamente de acuerdo. O un matiz, hay veces que los comentarios tienen buena intención, son muy cariñosos, pero no queda muy claro si el comentarista ha leído la entrada. Creo que si alguien no lee sería mejor que dijera ese simple pasé por aquí.
    Coincido con Valaf que lo ideal es tener pocos comentarios sinceros. Una de las entradas en que más orgulloso quedé con los comentarios fueron solo cuatro.
    Buen jueves, compañero.

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  10. Muy interesante tu reflexión, Alfredo, la leí antes junto con mi papá y me sentí muy identificada en cuanto a la actitud de sentir, por un lado, en el compromiso amable y recíproco de comentar lo que los demás postean y por el otro, algo que por fortuna no me sucede muy frecuentemente, encontrarme sin argumento sólido para reflexionar en un comentario, tal vez por falta de interés personal en lo que se dice o falta de sustancia en el planteo. En cuanto a las críticas -literarias llegado el caso- creo que no corresponden, salvo caso específico de talleres destinados a ese aspecto correctivo en los que la gente sepa de qué se trate y las acepte como parte del sistema. Un blog deebe ser entendido como un sitio en donde cada quien pueda expresar su sentir sin miedo a ser juzgado, sin sentencias que nos dicten cuánto mérito tiene o no lo que exponemos. El respeto debe ser prioritario y si a veces se cae en el comentario exageradamente formal e insulso, creo que es un riesgo al que no se le debe temer. en todo caso uno toma mentalmente cuenta de la manera de ser de cada quien y va definiendo sus afinidades. en fin, creo que no se debe sentir la visita y el comentario como algo obligatorio pero sí hacerlo con respeto y sana convivencia.
    un fuerte abrazo.

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  11. Hola Alfredo, coincido con muchos de tus planteos en el texto y con los comentarios que te han dejado. Como Mónica creo que (en mi caso en particular) muy lejos estoy de ser crítica - mas que gustarme o no otro comentario no puedo dejar- . Pero qué difícil debate estas planteando. Desde lo intelectual (sublimando mi ego) puedo decirte que no importa si hay feed back con todo lo publicado porque uno muestra lo que es y no todos estarán de acuerdo , Desde lo emocional siempre espero una respuesta. me alegra el día, me de ánimo para seguir, sé que hay alguien "allá" con el cual hay empatía y qué sin conocernos mas que a través de una PC estoy logrando un enlace de afectos que es mas importante que una valoración o reconocimiento. No sé seguiré pensando este texto. besos Nota: algún día podre viajar a España espero conocerte personalmente.

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  12. Yo sí sé el motivo de no comentar, o no coincido y entonces dejo un café en el comentario y me voy; me dan ganas de darle al dueño una patada en cierta sea la parte, entonces no dejo nada; puede que me apetezca soltar un rollo porque me viene una educada discrepancia; puede que empiece a leer lo de "tu piel en mi piel", "tus besos que recuerdo", "yo te amo y tu me acaricias", entonces me sale urticaria y viene la duda, si es una persona maravillosa y conocida quien lo escribe, me armo de paciencia y le digo la verdad, que es un buen poema o texto o le digo que es muy romántica y le dejo un beso o le deseo suerte; si no conozco casi a la persona me voy por donde he venido y puede que hasta le borre de mi lista.

    Comento porque conozco y estimo. No comento porque me aburre o porque no tengo tiempo, o porque me lo salto sin querer, o porque se me amontona la faena, o porque me mosquea por tópico sin capacidad crítica...

    Muy buenos los comentarios, por cierto.

    Un abrazo, Alfredo, mañana igual divago yo también para hacerte compañía. Cafelito.

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  13. Mi práctica habitual es: por supuesto agradecer la visita de un bloguero/a con un comentario en su blog y, además, corresponder con otra visita/comentario a quien encuentro entre la estadística de mi blog y me lee aunque no deje su comentario. Solo tengo que tener tiempo del que últimamente no ando muy sobrada. Aprovecharé este tiempo de descanso para ponerme al día. También sucede una cosa, esta afición por leer y escribir (éste es mi orden) pasa por momentos bajos al igual que cualquier afición, perdiendo interés y cierta predilección, con lo cual, abandonas un poco el blog y todo lo que envuelve a esta actividad.

    un saludo

    ps: creo que de todos los blogueros/as se aprende, sepan o no escribir... por éso no considero que haya personas tan nefastas que se merezcan una patada o un no comentario.

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