Este jueves, relato: Blanco y negro.
En mi familia cuando jugábamos al dominó, el que tenía el seis doble, además de empezar la partida, la ganaba.
En mi familia siempre se han hecho trampas en los juegos de mesa.
Sin embargo sacar a colación en este momento el dominó, no es necesariamente por el resultado, ni por el entretenido placer de mover y mezclar las fichas después de cada mano, ni siquiera por la obligada y asumida norma de mantenerlas en erecta verticalidad mirando al cielo.
En mi familia el dominó era muy particular: lo negro era blanco y lo blanco, naturalmente, negro.
La parte posterior de las fichas era de un insolente blanco hueso y la delantera, la que mostraba la numeración era negra, con los círculos en blanco.
Nunca he sabido por qué, ni cómo llegó ese dominó a mi casa.
Desde hace años, jugar al dominó con las fichas normales, es todo un aburrimiento.
Más blancas y negras con Matices
Desde hace años, jugar al dominó con las fichas normales, es todo un aburrimiento.
Más blancas y negras con Matices
Es por eso que soy anormal...dentro de lo normal...y es que lo normal..aburreee....besoss
ResponderEliminarEn mi casa aún quedan, oscurecidas por el manoseo y el tiempo las fichas de dos juegos de dominó... uno blanco y el otro negro. Me gustaba más jugar con las blancas, aunque las fichas eran más pequeñas... vaya uno a saber por qué!
ResponderEliminar=)
Un abrazo
Uuuhhh, pues creo que tengo un par de cajas con fichas ¡y no tengo ni idea de si son blancas o negras! Pero sí, conozco los dos estilos, además de las de colorines con animalitos :)
ResponderEliminarUn beso y ya queda menos.
Le doy otra lectura a tu juego de dominó y su final, no sé si tú también lo has hecho, pero sea como sea, yo también me sburro de jugar con las fichas normales.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha gustado el hecho de que jugéis al dominó en familia. Es una costumbre que también se ha perdido con las máquinitas de demonio. Y es una lástima, porque se pasaba un muy buen rato con los mayores y los chicos jugando a la sobremesa de algun festivo en invierno. Esto falicitaba la comunicación entre todos y el buén rollo.
ResponderEliminarMe has traido recuerdos entrañables con tu entrada. UN abrazo.
Lo atipico puede ser más interesante.
ResponderEliminarSaludos.
No cabe duda de que después de jugar así no llena el juego de otra forma.
ResponderEliminarAbrazos.
Pues si que era original, al revés del mundo, curioso.
ResponderEliminarUn abrazo
Que original tu dominó... con lo que a mí me gusta ese juego.
ResponderEliminarEn mi familia en cambio, con el que hacía trampa en los juegos de mesa, no se jugaba nunca más.
Un beso.
Que interesante y original tu domino, algo parecido al domino cubano. En buena parte de la isla, los cubanos juegan una variante de este juego, que para muchos es un entretenimiento, que nadie más practica en el planeta: el llamado doble nueve. =)
ResponderEliminarBeso
En mi casa son de madera de boj y los puntitos son dorados... Y yo juego por jugar pues no controlo ni qué fichas sacan los demás... A veces gano...
ResponderEliminarUn beso enorme.
Me gusta el dominó, pero no lo domino (lo que hace un acentO). Me encanta cuando le dejo a un adversario el seis doble sin posibilidad de ponerlo, eso que en el argot del juego se llama "ahorcado". ¿Sabes que el blanca doble es la ficha más pesada al ser la que tiene menos agujeros?. A pesar de presumir de buena memoria, nunca consigo saber ni tan siquiera intuir las fichas del contrario.
ResponderEliminarUn abrazo.
No puedes aceptar la "normalidad" cuando has tenido algo hermoso, el mío es de madera, con los circulitos rojos, [me va fatal cuando juego]
ResponderEliminarUn beso