Este jueves, relato. "Encrucijada"
En la encrucijada te juegas
la vida, no la vida física, que también. Esencialmente la vida en lectura de
futuro. La elección es vital, a partir de ese momento, las cosas serán de forma
diferente a como hubieran sido con la elección contraria.
En la encrucijada, no eliges
entre algo bueno o malo. Entre el blanco o el negro. Entre el camino de la
derecha o el de la izquierda. Entre la vida o la muerte. Eliges entre dos
apariencias iguales, dos cosas buenas, dos blancos parecidos, dos caminos
similares, dos vidas atractivas. Luego, es el destino el que te descubre lo
malo, el negro, el camino incómodo o la muerte.
En su encrucijada, él, tenía
que elegir entre ella y el otro. Los corazones pesaban lo mismo, los mismos
placeres, las mismas promesas, el mismo amor, pero futuros diferentes. Al
primer segundo después de tomada la decisión su vida ya estaba escrita.
Ojalá no se haya equivocado...
ResponderEliminar=)
Un abrazo.
Al primer segundo, hay quien se da cuenta de que se ha equivocado... ¿destino? será eso.
ResponderEliminarUn abrazo
Difícil decisión la suya, tan parecida e igual en algunos aspectos, amor, corazón, sentimientos, pero tan distintas en formas de vida futuras!, y una vez decidido, en cuestiones de amor ya no hay marcha atrás o si?, ais, madre, que complicado!, y es que el corazón y la cabeza amigo mío, que mal se llevan, para mi parecer, pasa algo así como lo que nos planteaba Juan Carlos, hablan distintos idiomas! decida lo que decida, siempre le pesará el camino que no coja y lo añorará un poco toda la vida, que el futuro le sonría y sea capaz de sonreir al recordar lo abandonado como un recuerdo hermoso y bien amado, miles de besossssssssss
ResponderEliminarSi la decisión ya estaba tomada, no hay vuelta atrás. Solo cabe luchar por lo decidido y sacar conclusiones si algo sale mal.
ResponderEliminarUn abrazo.
Difícil situación.
ResponderEliminarCierto, el destino ya estaba escrito, tomada la decisión.
ResponderEliminarUn abrazo
Toda decisión implica riesgos y hay que jugársela. El devenir se encargará de determinar si fue una buena decisión o no... lo que quedará, es la intriga por saber qué hubiera sucedido si se tomaba la otra opción. Es una duda que quedará en el aire.
ResponderEliminarMe gustó tu enfoque, como siempre me gustan tus relatos.
Besos!
Gaby*
Me ha gustado el enfoque que le diste: No se trata de elegir entre una cosa buena y otra peor, no. Se trata las más de las veces, de elegir entre dos posibilidades de futuro igualmente válidas en apariencia. En el momento después de decidir, no vale arrepentirse, sino luchar porque la decisión adoptada nos reporte aquello que esperábamos de ella.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
En el mismo momento en que tomamos una decisión, nuestro futuro entra en juego y casi siempre nos sorprende.
ResponderEliminar¡ Vivir es maravilloso querido amigo !
Abrazos.
A veces no soy capaz de decidir si me compro unos zapatos u otros cuando los dos me gustan y no puedo comprarlos los dos...cuando ya me llevo unos y los estreno y ya no puedo cambiarlos, dejan de gustarme y pienso que tenía que haberme comprado los otros...pero ya no hay remedio. Sin embargo, a veces, me encantan los que me he comprado y los uso hasta que ya no puedo más...espero que a tu protagonista le haya ocurrido esto.
ResponderEliminarBesos
Y así es la vida, llena de encrucijadas que como tan bien lo has dicho van cambiando nuestros pasos, si estuvo bien o mal, lo sabremos después. Espero que tu protagonista haya acertado con su decisión.
ResponderEliminarUn abrazo!
Las encrucijadas implican riesgos para bien o para mal. El tiempo es el que se encarga de descifrar el dilema.
ResponderEliminarBesos
Me encanta la narración, perfecta. Y especialmente ese comienzo, impactante. que define la encrucijada haciendo un juego entre el sentido que das y el que habitualmente damos a eso de jugarse la vida.
ResponderEliminarAbrazos.
Y tanto que la vida s escribe a partir de momentos que relatas y cuantas veces daríamos algo por volver a la encrucijada y no haber escogido aquello que por conveniencia, por el qué dirán, por la familia... La libertad a la hora de escoger es imprescindible, si nos equivocamos será nuestra exclusiva responsabilidad. Besote
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