Este jueves, relato. Que contento está.
Él, suele emocionarse al menos varias veces al día.
Hoy sin ir más lejos, lo ha hecho mientras desayunaba
escuchando una canción que oía de niño con su padre, y más tarde, cuando
divagando con el tirillas de su nieto le ha dicho zalamero: “Yayo, imagínate
por un momento que en mi celebro…” le ha dejado de una pieza, no por el
contenido lábil de la frase sino por la construcción de la misma.
Todos los días, la
vida, como en un torrente le regala unas cuantas de esas alegrías, vienen sin
buscar y se posan como burbujas chispeantes en terreno abonado.
Porque ella, la mujer
de su vida con su dulce tintinear ha sembrado de cariño su existencia.
En la distancia corta,
su sonrisa es la de un oleaje malote, como aquel beso con sabor a simiente de
ajonjolí, que quedó impregnado para siempre en sus labios.
Hay algo más que le
hace feliz, despierta su sensibilidad y le abre al reino de las emociones, y
desconcertado por ello se pregunta: ¿Qué hay entre vos y yo?
Él, cómo no va a estar
contento.
Ese nietecillo promete. Bss.
ResponderEliminarEsas pequeñas grandes alegrías que son la vida y esos nietos que vuelven locos a sus yayos, yo también sé de un yayo que...
ResponderEliminarUn beso!!
Correctísima composición con las mínimas palabras. Inteligente, aguda, y brillante.
ResponderEliminarLo veo así, y así lo confieso abiertamente.
Un abrazo
La vida siempre regala cosas bonitas y hay que saberlas ver.
ResponderEliminarEs muy afortunado el protagonista de tu relato por tener cada día uno o más motivos por los cuales estar feliz, pero sobre todo es afortunado porque en lo cotidiano es capaz de encontrar la felicidad.
ResponderEliminarBss.
Deliciosa conjuncion de amores y preguntas para desarmar a cualquiera mientras se lee.
ResponderEliminarUn beso
Sentirse cerca de la mujer a la que se ama, disfrutar con las preguntas de los nietos, recordar viejas canciones que escuchaste junto a los tuyos y poder contarlo son los mejores motivos para ser feliz, para estar contentos.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Saludos.
Buenas razones para estar contento...¿Para qué más?...
ResponderEliminarUn beso
ah..preciosa historia, muy tierna...sobretodo la parte de la sorpresa ante la ocurrencia de su nieto!
ResponderEliminar=)
La vida nos regala tantos instantes especiales Alfredo, que solo depende de nosotros saber disfrutarlos. Me alegra saber que el protagonista de esta historia los disfruta hasta la última pizca.
ResponderEliminarUn abrazo agradecido.
Regalos de la vida, que si sabemos aprovechar son maravillosos. Un abrazo.
ResponderEliminarSaber apreciar las pequeñas-grandes cosas de la vida es de sabios. Emocionarse con ellas es, además, de grandes corazones.
ResponderEliminarMe gustó tu propuesta.
Saludos.
Saber valorar las pequeñas cosas que la vida nos brinda, qué importante! Si lo será, cuando nos mantiene el aliento y las ganas de disfrutarlas cada día, a sabiendas que en esos pequeños instantes están los grandes tesoros.
ResponderEliminarMagnífico relato, es como un paseo por lo cotidiano y querible que podemos encontrar en otros o en nosotros mismos.
Besos!
Gaby*
El amor es la chispa de la vida; y si dura tantos años, que te voy a decir. El yayo ha disfrutado de los buenos moemtos.
ResponderEliminarBuen relato
Un abrazo
Pues si, razones para encontrase contento y satisfecho, son logros de la vida.
ResponderEliminarPor cierto, ¿el protagonista es Jagger o de Richards? (broma).
Abrazos, amigo.
Tus palabras están muy bien aderezadas con cariño y enlazadas con mucho acierto en un relato tierno :)
ResponderEliminarUn abrazo
pequeñas emociones, pequeñas felicidades, pequeñas sonrisas...no creo en la contentura eterna, ni siquiera en la contentura de un día completo. sí creo en caramelos de contentura, de efectos perecederos...
ResponderEliminarmedio beso.
Esto es un corazón contento. Afortunado por saber saborear cada momento y compartirlo.
ResponderEliminarUn abrazo!
¡Cómo no emocionarse y ponerse bien contento con un niño! :)
ResponderEliminarBesos, Alfredo.
Esos momentos, únicos, por lo significativo del lazo que hace el mas profundo amor, que quedaran guardados por siempre. Y ahí, me digo esto si es estar feliz.
ResponderEliminarLos pequeños que son grandes a la hora de mirarnos en ellos.
Un abrazo Maestro :)
Relato impregnado se buenos ratos, felices con tu nieto...eso que sugiere.
ResponderEliminarUn besote
La felicidad se compone básicamente de momentos como los que nos narras, o al menos así lo pienso. No tengo la fortuna aún de tener nietos, pero creo que al igual que a tí, serán capaces de arrancarme sonrisas y alegrías.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
lindìsimo!
ResponderEliminartu corazòn tiene razòn para estar contento!
saludos!
Un corazón contento, porque es un corazón sensible, y le dicta muy bien a tu mano, al momento de conjugar verbos y enlazar palabras.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.