Este jueves, relato. ¡Estoy harto!
A las 00’01 abre sus puertas
el día. El público impaciente espera fiel a que este, por fin, sea el de la
estabilidad o el del descanso deseado.
Fuera, los dueños del Mundo
hacen piruetas para encajar sus piezas donde más duela. Los nuevos amos
coquetean entre bastidores y dan los últimos retoques a la guillotina que
decapitará ilusiones y esperanzas. Ellos, en cambio, se blindan los beneficios
por venta de armas, tráfico de diamantes o fortunas incontroladas en Islas
Caimán.
Se enciende el día y el
Mundo se agolpa adolorido entre recortes, impuestos, retrocesos de libertad y
devaluación de la dignidad. El mercado global manda, pronto caerá la noche y
con ella el silencio. Todo quedará dispuesto como en un cementerio. Muertos
inútiles hasta la madrugada siguiente en que de nuevo los “valores” quedarán
hipotecados al servicio de unos cuantos desconocidos que desde su paraíso
dorado manejarán los hilos de un ejército dormido.
Ni siquiera dormir, los
dejarán dignamente.
No veo más solución que voltear el sistema de valores, no seguir en el que proponen "ellos". Bs.
ResponderEliminarEs una guerra hecha sin bombas, a golpe de euros. Dominan los mercados, un enemigo invisible contra el que no sabemos luchar.
ResponderEliminarUn beso.
Que rebien lo has descrito. Así con poesía parece incluso que no sea tan grave. (Jajaja) Una ironía fina, que ha transformado la entrada, como mucho más interesante y descriptiva He gozado leyéndote, de veras.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Me ha encantado como has ido creando la atmósfera que causa el estar harto, desde comienzos del día.
ResponderEliminarLo importante es que nunca nos falte la esperanza de que algún día llegue la estabilidad y el descanso de los que nos hablas al principio del escrito. Yo estoy segura de que así ocurrirá. Un beso.
ResponderEliminarMira, has plasmado el hartazgo general. Mi aplauso para ti.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gustaría decir: estás algo pesimista este jueves.
ResponderEliminarPero temo que hayas relatado la realidad real.
No era esto lo que nos contaron sobre la Era de Acuario, alguien se ha equivocado. Creo que se han equivocado los de las Islas Caimán (espero).
Abrazos.
Un ejercito dormido; pero gracias a Dios comienzan a despertar, aún hay esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo
Bueno Alfredo es un buen análisis. ¡muchos saludos!
ResponderEliminarHas retratado con justeza la incertidumbre con la que enfrentamos cada día.Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo
Más que hartura esto que comentas me produce un cabreo del 10. Vamos, en un paraíso fiscal los metía a todos juntos y cuando pidan de comer, un cubo lleno de billetes, como a los cerdos.
ResponderEliminarUn saludo
Lo que más me asusta es que los dueños de ese mundo, que manipulan y zarandan como les da la gana sean desconocidos, eso me aterra. Besote, gran relato, demasiado real por desgracia para todos
ResponderEliminarNo podemos quedarnos quietos. Son importantes, pero nosotros somos mas.¿Que somos, si ni siquiera nos dejan tener sueños?
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato.
Un abrazo.
Da escalofríos tu relato... parece una historia de ficción (o debiera parecerlo), para desbarajuste de nuestro ánimo, rosa la realidad.
ResponderEliminarBeso!
Gaby*
"Solo los pobres saben que son pobres" (Antonio Buero Vallejo)
ResponderEliminarSer empáticos sin "sufrir" lo sufrido por otros es demasiado complicado. Por lo tanto, para esos a los que llamas amos, nosotros simplemente no existimos; y para la mayoria de "nosotros", los que están aún peor... tampoco existen.
Asi es. Ni el mundo, ni en los paises, mandamos los ciudadanos ni los representantes que hemos elegido en... ¿democracia? Manda el dinero y el dinero, tristemente.
ResponderEliminarMuy bien relatado. Contundente.
Bss.
Y siempre pierden los más débiles, son marionetas de los poderosos, no debería ser así, pero lo es.
ResponderEliminarOjalá un día se inviertan las posiciones aunque sea solo por un rato y eso genere un cambio.
Un abrazo.
No duerme la realidad que has evocado en tu texto, la que todos los dias la lleva como Mochila tratando de liberarse. Asi andamos.
ResponderEliminarUn abrazo Maestro :)
Terrorífico tu relato por real!!
ResponderEliminarUn beso!
Un relato que refleja el sentir general, de much@s. Estamos hartos.
ResponderEliminarAbrazos desde mi azul mar :)
Un muy buen escrito me ha encantado, pues es realmente cierto
ResponderEliminarPoético, real, crudo, duro, objetivo. El gran teatro del mundo donde a la inmensa mayoría nos ha tocado el papel de tristes marionetas de función diaria.
ResponderEliminarSe lo he leido a Toñi y dice: !"Sin palabras".
Un abrazo, Alfredo.
"La devaluación de la dignidad" es lo que más puede lastimar. Quien se siente humillado, vejado, lastimado, injustamente abandonado, solo puede construir más dolor, más frustración, más violencia o a los menos, ser una sombra más que transita por este mundo para hacerlo cada vez peor y más amargo.
ResponderEliminarEl camino es claro, aunque no siempre se esté dispuesto a favorecerlo o a luchar por él.
Has puesto tus palabras y tu poética destacada al servicio de una buena causa.
un fuerte abrazo
tengo la sensación, alfredo, de que has vuelto por tus fueros...no por los de la ironía, no, por esos fueros de resortes medio mágicos...
ResponderEliminarno te prodigas mucho en este tipo de escritos. eso me parece. o será que...bue, no lo sé...el caso es que es buieno, muy bueno.
medio beso.
Perdón... ya he averiguado como llegar hasta aquí.
ResponderEliminarEn cuanto a tus palabras me parecen muy realistas. Al final, ellos -los que nos gobiernan- son los que preparan nuestro futuro, en este caso poco optimista.
gracias.
un saludo cordial
Titeres es lo que me viene a la mente, titeres bailando al son de las manos del titiritero, pero como las cuerdas son cada vez más cortas, los movimientos cada día más lentos, más angustiosos, mas axfisiantes.
ResponderEliminarMe gusta este registro.
Un abrazo.
Pero que bien has expresado lo que siento. Nunca habría encontrado esas palabras tan bonitas y tan bien compuestas, por eso me dediqué a otras harturas menos importantes...jajaj Un besazo
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