COT_idianeidades: Sonsonete irreverente
Sonsonete irreverente.
No me despido. Sigo aquí… a veinte palmos del suelo.
Os miro, os veo, os siento… ¡a todos!: Familia, amigos y
enemigos —que alguno hay— y lloro de felicidad, si es que un alma en pena puede
llorar de algo o por algo.
Dijo Lavoisier: “La materia ni se crea ni se destruye, sólo se transforma”. Siempre me he preguntado si, llegado el momento, tendría la oportunidad de elegir y si es así quiero ser música, y más aún, canción, y más todavía, un dueto, y más si cabe «Vogliatemi bene». Pero mientras muero, tanto me vale Puccini, como mi otro músico de cabecera, «el Llach»:
«Ara sols queda la música,
Eudald ah, si no fos per la música, Eudald que ens obre empare a tantes ànsies que
omplen d'angoixa el cor». (*)
Así que, alargo mi presencia unos minutos más en este valle de
lágrimas y con las mías os dejo.
(*) «Mira cómo suena la música, Eudald, aún nos queda la música, Eudald, para que nos conmueva, para que nos una, para que nos traslade allá y más lejos aún, lejos y allá, cuando... [Lluís Llach]
Interesante todo lo que dices en este texto ..si hay que transformarse en algo porque no en música ..Abrazos
ResponderEliminarHola, buenos días, entro a saludarte y ya vendré con más tiempo para curiosear en tu blog. Te invito al mío.
ResponderEliminarSaludos.