Los domingos... vamos de museos. Picasso - París (8)
Sin nada de dinero y comida, Picasso llegó a París en los albores del siglo XX, donde se recluyó en una buhardilla para traer al mundo los lienzos que comprenden sus periodos azul y rosa. Sin duda, por aquel entonces nunca imaginó que la Ciudad que tanto admiraba expondría algún día su obra en uno de los palacios más coquetos de la ciudad, el Hôtel Salé, bajo el nombre de Museé Picasso, sin duda es uno de los museos más bonitos de París.
Un desayuno en su jardín posterior completa todos los estímulos inimaginables después de la detallada visualización de la Obra del Genio malagueño.
El museo lo visité y la música la bailé (no simultáneamente, claro ;) así que los recuerdos que me trae tu post, son excelente para despertar un domingo.
ResponderEliminarA plus tard. Mercí.
Sin lugar a dudas.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Tracy, tiene que ser muy interesante y enriquecedora tanto la visita como el desayuno en el jardín del palacio.
ResponderEliminarun abrazo
Y yo que sigo creyendo que era un cantamañanas que era incapaz de ser siquiera un buen copista... alguien me acribillará.
ResponderEliminarUn beso por cuadruplicado y un cafelito.
Cool!
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