Este jueves, relato: La Luna
La Luna, re-edición selenizada.
Al joven Aristarco le perturbaba la noche, no entendía el
cambio a ese gris oscuro, casi negro, tan diferente al de el día tan claro y
luminoso al que se había acostumbrado y asumía como natural, no así la noche
que suponía para él, (consumando curioso) un verdadero quebradero de cabeza.
Repasaba diariamente el proceso de oscurecimiento al tiempo
que se producía, en una secuencia casi exacta, e intrigado presenciaba el
transito pausado que el estado de absoluta claridad daba paso irremediablemente
a la más enigmática de las sombras.
Ensimismado en estos devaneos astronómicos, le venció una
vez más el cansancio y con él, un sueño reparador que más tarde y con la
claridad del día le devolvería a sus cábalas de mago aficionado.
Soñó con una dama, atractiva como no había conocido hasta
entonces, rubia platino vestida de azabache y un rostro limpio y reflectante
como el agua de los estanques de su natal Samos, envuelta en un halo de
estrellas, misteriosa y hechicera le confesó que se llamaba Luna y que era la pieza
del rompecabezas que él tan ansiadamente buscaba, el tercer ángulo de ese
triángulo rectángulo del que él sólo había dibujado una hipotenusa.
Despertó todavía en sombras manteniendo aún la revelación en
su somnolienta inconsciencia, miró al
cielo y allí estaba ella, la Dama de la Noche, hecha realidad para su eterna
adoración.
Encontró por fin la mágia de la noche, la luna, ahora, su luna. Bonito cuento para una noche de verano.
ResponderEliminarUn abrazo.
Soñó con ella y ella se hizo presente con todo su esplendor.
ResponderEliminarQué chulo...
Cuatro abrazos, Alfredo.
¿Cómo va el libro?
Estoy en la dedicatoria... no desespero.
EliminarEnamorarse de la luna, es facil, asi como la pintas.
ResponderEliminarUn beso
Bonito sueño. Feo ese cielo oscuro; menos mal que vino la reina de la noche para que ese cielo se tiñera de blanco brillante.
ResponderEliminarUn abrazo
Tal vez haya sido Urania, la musa de la astronomia.
ResponderEliminarLa descripción de la Dama de la Noche me recordó a la bajista de Smashing Pumpkins.
¡Urania está muy ocupada este jueves!
EliminarPreciosa historia en la que me encantó sobre todo el párrafo de la hipotenusa!
ResponderEliminar=)
Un fuerte abrazo!
¡muy romántica tu historia Alfredo!!!!!!
ResponderEliminarBella historia de la Luna, la que nos regalas con tus letras este jueves amigo Alfredo.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Aristarco? inspiración griega? Interesante, me congratula que encontrara finalmente a su dama . Salud
ResponderEliminarYo tambien encontré la magia de tus palabras, cualquier historia relatad por ti, me emociona hasta el infinito. Bella historia de esa elegante Dama plateada.
ResponderEliminarGracias por participar. Un beso
Qué bonita historia, el sueño de Aristarco se hizo realidad para contrarrestar las tinieblas de la noche...precioso!!
ResponderEliminarA más de uno y una tiene loco o loca la Dama de la Noche.
ResponderEliminarLa belleza de los números y de la geometría... Hermoso relato.
ResponderEliminarWooommm!!!
ResponderEliminarque mágico y enigmático relato así mismo como es la hermosa luna
Señora de su señor, la Luna nos pertenece a todos, aunque tiene sus predilectos a la hora de la inspiración!!!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y una luna llena, que te ilumine.
Un sueño hecho realidad?? Tu relato parece que así lo dice o asó lo cuenta, todo inspirado con la señora luna.
ResponderEliminarUn beso
Hay sueños que suelen hacerse realidad, me encantó el final es poético y dulce.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una bella y romántica historia con un final mágico.
ResponderEliminarBesos!!
ay, alfredo, vuelvo a repetirlo: vengo por la sorpresa y con la sorpresa me voy!
ResponderEliminargracias, pibe!
He aprendido leyéndote y yendo a ampliar información, me fui a tomar datos sobre Aristarco.
ResponderEliminarMe ha interesado el modo en que narras un caso en que el subconsciente da la solución a un enigma que el consciente no alcanza. Me ha ocurrido.
Claro que no con la belleza que narras, con la de esa Dama de la Noche.
Un cariñoso abrazo.