Este jueves, relato. Historias junto a unas pinceladas
Cada
uno por un lado busca la sala, es la única del Museo que expone un solo cuadro. Ella llega primero
y dibuja con la mirada la gente que hace cola acercándose hasta la protección
para entrar de lleno en la crudeza de la pintura. A los pocos minutos, él, por
el acceso frontal adivina su espalda y la sigue en silencio viendo su silueta recortada
sobre un fondo de trazos dispersos de grandes dimensiones.
La besa
en el cuello hasta robarle el aroma de su piel. Ella sin mirar se estremece y
reconoce esa calidez húmeda de unos labios que de nuevo pasearán por su cuerpo.
Juntos
avanzan hacia el cuadro, haciendo por fin realidad un deseo compartido… Magnifica
y sorprendente se les muestra la pintura. Los ojos pasean ávidos de disfrutar
punto por punto de esta referencia universal. Una visión simultánea en blanco y
negro que descubre sus personajes en un plasma bidimensional. Víctimas sin
verdugos en un tríptico que es uno, salpicando sangre del color de la antracita.
Los Brazos
de él la rodean en la corta distancia y ella siente en su espalda el latir de
un corazón comprimido por el dolor y el horror.
Los
niños que anidan en sus almas se conmocionan ante el grito antibélico de una
escena deformada por la libre expresión.
Fue
así, tal y como lo soñaron.
Y
ahora, queridos amigos ponedle vosotros la imagen al relato.
Sin temor a equivocarme, creo que los protagonistas de tu historia están extasiados ante la belleza del horror dibujado por Picasso en el Guernica. Cuadro salpicado de sangre con color de antracita, manifiesto antibélico por excelencia. ¿acerte?.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Alfredo.
Ahhhh...Alfredo!...impecable relato que nos regalas poniéndole un plus muy personal, tal cual es el gesto de hacernos mencionar a nosotros la obra que los personajes están viendo y gracias a tu narrativa, podemos disfrutar!
ResponderEliminarCoincido con Pepe en que se trata del Guernica.
Un abrazo y gracias por participar
=)
No hacen falta imágenes, porque con tus atrayentes y magníficas palabras ya nos las has dado .
ResponderEliminarMagnífico relato.
He buscado La guerra en la pintura española y aparecen cuadros de Picasso y de Goya. Tu cuadro como bien explica Pepe, debe ser el Guernica porque el cuadro de Goya sobre la Guerra de la Independencia frente a las tropas napoleónicas quedan muy lejos de las dos personas protagonistas de tu relato :))
ResponderEliminarun abrazo
Has tomado el pincel de las palabras para que nosotros veamos en el lienzo reflejado la obra.
ResponderEliminar¡Maestro!
Un abrazo :)
Veo que nos dejas la tarea... jaja! Muy bueno el efecto causado, pues esperaba a medida que te leía, encontrar la obra al final.
ResponderEliminarAhora me lo he tomado en serio, y tomaré mis pinceles a ver si se asoma la idea y se plasma de alguna forma. Me has inspirado, sí señor!
Besos!
Gaby*
Tus personajes sufren un síndrome de Stendhal... pero no ante el cuadro, si no ante ellos mismos : )
ResponderEliminarMe lo puedo imaginar, y el impacto sufrido por esas personas que observaban algo que quizás habían vivido y que aquel pintor logró entrar en sus almas.
ResponderEliminarUn abrazo
No me importa el autor, me quedo con tu cuadro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Alfredo coge y nos manda deberes. ¡Hay que ver! ;) Le has dado una buena vuelta de tuerca al tema. Yo también creo que se trata de El Guernica, pero como Pepe ha sido el primero en decirlo supongo que se lleva el premio ¿no? jeje. Un beso.
ResponderEliminarNo hacen falta imágenes ya que tus palabras van dibujando cada trazo que define el cuadro. Felicito a Pepe que de inmediato pudo discernir de que obra se trataba.
ResponderEliminarMuy bueno tu jueves!!! Y muy original la forma de encararlo.
Un abrazo.
Compartir la emoción que genera una obra, con la complicidad que narras, con la felicidad del encuentro y la entrega a esa obra.
ResponderEliminarHorror en la mente, alegría en el corazón.
Abrazos.
El relato es precioso e impactante pues no te esperas el cambio que viene después aunque lo has descrito tan bien, que enseguida pensé en El guernica.
ResponderEliminar¡muy buen relato Alfredo! por cierto que no voy a adivinar la pintura.....
ResponderEliminarLa visión del cuadro desde luego impacta, pero es que yo me he quedado en ese beso en la nuca, en esas manos enlazadas, en ese mirar a dos.
ResponderEliminarUn abrazo Alfredo.
Yo he vivido esta escena hace pocos meses...Y fué con el " Gernica" de Picasso.
ResponderEliminarPara los Bilbainos, es nuestro buque insignia de la pintura. "Cuenta algo que sin duda no deberiamos olvidar...Para no repetirlo jamás "
Besos querido amigo.
Tus palabras encierran el estremecimiento de lo cotidiano frente a los escepcional. Ambos conceptos se diluyen en el texto. El genio, la guerra, la cercanía, la lejanía, lo nuevo, lo no tan nuevo... Excelente...
ResponderEliminarUn abrazo.
siguiendo la sensualidad de toda esa escena, pues, válgame, Alfredo, que el cuadro puede ser cualquiera!
ResponderEliminarme rindo ante esas pinceladas en anticipación de esos besos!
Una tela que despliega fuerte emociones de un lado y otro del cuadro.
ResponderEliminarUna maravilla, un desgarro, el amor y la pasión por la vida y sus circunstancias.
Qué bien lo reflejan tus letras!
Un fuerte abrazo