Este jueves, relato. ¿Me darías una oportunidad para conocerte mejor?
Su imagen se dibuja frente a mis ojos, es nítido su contorno, y su inexistente volumen acentúa un falso gesto en dos dimensiones.
Pura fachada... la de siempre.
Pero... ¿qué sé de él?.
Siempre me confunde, me seduce con sus frescas facciones oliendo a temprana ducha de agua fría.
Quiero acercarme a él, y él se deja lo que se deja.
Quiero conocerle mejor, y él me enseña solo mi cara, lo demás no existe.
Imploro, ruego, demando, suplico y mi seriedad se ve amenazada por una cruel e irónica risotada y a continuación... me da la espalda.
Mañana de nuevo, frente al espejo, le pediré una vez más mientras lo tenga delante: -Por favor desnuda tu alma... que quiero conocerme-
Genial Alfredo. Me temo, que el que emplearás toda tu vida en conocer bien al que cada dia ves en el espejo.
ResponderEliminarNaciste con esa misión.
Un besito
Frente a frente cada mañana, cada noche y siempre con la mascara puesta, pues en alguna ocasión las máscaras tienen que caer.
ResponderEliminarUn abrazo Alfredo.
Interesante forma de plantear la pregunta, hacérsela a uno mismo. Me imagino que muchas veces la respuesta puede ser igualmente comprometida. Responderse a uno mismo tambien requiere una gran dosis de sinceridad.
ResponderEliminarUn abrazo
Es un largo camino... y seguro que 125 palabras nunca te van a alcanzar. Pero creo, sospecho, intuyo, que la última palabra que aun no está dicha, seguro que alegrará tu vida, y la justificará.
ResponderEliminarA seguir intentando. Ya ves? lo que escribes, cada vez está mejor.
(Es falso eso que dices que solo existe tu cara, existe un mundo interior variado, valioso, y bello y doy fe de ello.)
Un nuevo relato, en otro, tono, que se agradece.
Un fuerte abrazo
El extraño de enfrente no es tan esquivo, fijate y veras, que cuando te da la espalda, es para que tu le sigas sin condiciones.
ResponderEliminarUn beso
Dijo el espejo a la reina del cuento... ¿quién es la más...?
ResponderEliminarSe quedó como cada mañana, entelado.
Besito para Alfredo.
Es dificil conocernos a nostros mismos, asi que no te digo nada de conocer a los demas. Podemos acercarnos, a intuir algo sobre ellos, pero solo eso, porque hasta a nosotros mismos nos engañamos.
ResponderEliminarUn besazo
Lamento informarte que conocerse a si mismo es una tarea que lleva toda la vida y encima no siempre resulta. Hay que ver las cosas que uno es capaz de hacer si las circunstancias así lo exigen ... da un poco de miedo incluso.
ResponderEliminarAbrazos Alfredino!
Alucino, vecino! Pero si hemos escrito casi exactamente lo mismo! Y tú, amigo mío, me hablas de siesta???
ResponderEliminarUn abrazo.
la escena me resulta de lo más interesante.
ResponderEliminar¿"Mi" cara o la suya? A qué ese empeño por llegar a conocerse... y tal encuentro ante un espejo ha sido realmente algo querido? Qué tengo que me lleva tanto a preguntar por mí?
Tésalo
Uno toda la vida intenta conocerse; pero del todo casi es imposible, porque hay que mirarse muy adentro y casi nunca tenemos ganas. Algún día quizás.
ResponderEliminarUn abrazo
El espejo devuelve muchas veces una imagen interesante de nosotros mismos.... otras veces no nos reconocemos... allí estamos... somos dos cuando a veces deseamos ser uno. besos!
ResponderEliminarEl espejo nos refleja una imagen plana de nosotros mismos, pero es que, además, nosotros mismos casi siempre vemos aquello que estamos inclinados a ver. Nuestra visión de nosotros mismos está sesgada por los propios intereses. Es un ejercicio harto dificil conseguir una cierta objetividad.
ResponderEliminarEspléndido relato.
Un abrazo.
una vez, frente a un espejo, no tuvo otra que rascar el vaho que en él había. fueron tantas las veces que le había preguntado por sí mismo,y tantas los silencis, que no le quedó otra que apelar a cuando era niño y rascaba cromos de pipas para ver si le tocaba pedir otra más...una vez, frente al espejo, rascó el vaho en busca del premio. rascó y salió ¡¡su cara! , la de siempre...¡¡¡si es que no había más!
ResponderEliminarLos espejos no dejan de ser imágenes reflejadas de la realidad, creo que la pregunta tiene respuesta si miras mas allá de la imagen. A veces, pienso que realmente no queremos conocernos, por eso lo dilatamos en el tiempo y alimentamos el alma y el entorno con sucedáneos.
ResponderEliminarCuidado con los espejos, siempre hay trampa ;)
Complicada tu propuesta
Un beso
Desde mi punto de vista, creo que en general nos conocemos muy bien, lo que ocurre es que no paramos de sorprendernos.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
¿Sabes? Tuve la misma idea. Escribir sobre esto, sobre el tema de la imagen de uno en el espejo, el juego de los yoes.
ResponderEliminarMe encantaron las líneas "me seduce...fría" y "me da la espalda". Genial; hablas del otro y es él, el mismo; o, debería decir "tú mismo"?
Un abrazo Alfredo. Un placer volverte a leer y que me leas.
Que dificil es conocernos, en muchos casos el espejo es nuestro propio enemigo.
ResponderEliminarPor fin tengo tiempo para comentaros lo siento por mi tardanza pero el trabajo me absorve mucho estos dias.
Primavera